Hoy en un estadio que atenta directamente al fútbol, Deportivo Cali volvió a perder por goleada, 4-1 fue el marcador con el que el club volverá a la sucursal del cielo a hacer un balance de lo ocurrido y a plantearse las cosas de nuevo. 

Nada diferente a lo que se vio en Medellín en el anterior partido de los azucareros, muchísimos errores en la defensa, se apreciaron dos centrales sin confianza, como si jamás hubieran entrenado juntos, también se evidenció un medio campo muy permisivo y poco creativo, y una delantera con muchas ganas, pero si no se abastecen con buenas acciones de juego, la improductividad se apodera de la delantera del club, que poco o nada lastima a los rivales.

Preocupa muchísimo la manera en la que el Cali pierde, pierde contra rivales que se ven muy superiores a ellos, pierden sin una buena actitud dentro del terreno, es muy difícil saber cuál es la situación de cada uno de los jugadores, pero lo que si salta a simple vista es que algo en el grupo no está bien, hay algo que pone a los jugadores incómodos y no los deja rendir. 

El resultado de hoy es un resultado saca técnicos, pues un equipo que va peleando descenso va y le mete cuatro goles al Cali, equipo que es llamado a ser protagonista en la Copa Libertadores, copa que ojalá se demore 6 meses en empezar, porque así como va el Cali, sale en primera ronda último de su grupo. 

Aún hay tiempo para recomponer las cosas, dejemos de pensar que los errores son individuales, aquí hay poco colectivo, poco juego en bloque, el mercado de pases aún no se cierra y se habló de un defensa central, como dicen las abuelas, amanecerá y veremos, pero este Cali que está jugando, le hace daño al buen fútbol que nos ha mostrado.