Hace unos cuantos días, el árbitro Mario Herrera del Meta, daba el pitazo final en el compromiso y Atlético Bucaramanga se traía un punto excelente del estadio Metropolitano ‘Roberto Meléndez, ante Junior de Barranquilla, un rival complicado y que hizo todo por no dejar que le arrebataran puntos de su casa, pero fue así y en la retina del hincha ‘auriverde’ quedó una imagen de un equipo comprometido, que jugó bien e hizo hasta méritos para ganar.

Partido para el olvido

Muy lejos de lo que se vio en la anterior fecha, Atlético Bucaramanga no mostró ni la mitad del juego que se le vio ante el onceno que dirige Alexis Mendoza, en pocas palabras, hizo un partido para omitir contra Envigado. Volvió a lo que se le ha visto en la mayoría de partidos de este semestre, descoordinaciones en el sector ofensivo y defensivo, sin presión para recuperar el esférico, sin ideas para llegar a crear una jugada de gol, a tal punto que por momentos el equipo paisa hizo méritos para llevarse más de una anotación a favor.

Zona del medio campo sin recuperación

La que antes era una de sus principales virtudes en el Torneo Águila del año pasado, ahora parece que es la principal falencia del ‘auriverde’.

Durante el compromiso que se disputó ante Envigado, no hubo presión para recuperar el balón, los volantes le dejaron crear jugadas de ataque con mucha facilidad a su rival. Además de lo anterior, no hallaron la manera de tener la posesión del esférico a su favor, lo que causó por momentos desespero en los espectadores, disgustó en su DT y constantes llamados de atención entre los mismos jugadores.

Lo anterior quedó evidenciado en la jugada de gol, pues cuando Miguel Pérez cogió el balón, que le llegó por un rechazo de un compañero suyo, nadie hizo hincapié en quitarle el esférico, así fue como él hizo el pase englobado, Ray Vanegas lo controló, corrió entre Luis Payares y Jarol Martínez, y definió de vaselina ante el arquero Andrés Felipe Mosquera Marmolejo.

Foto: Diario AS Colombia
Foto: Diario AS Colombia

Ataque sin ideas claras

Por otra parte, Marcos Aguirre no fue el mismo que se vio en los últimos tres partidos, el argentino no encontró un socio claro para tocar el balón, cuando intentó hacer jugadas individuales, siempre llegaron dos o tres jugadores para presionarlo e intentarle quitar el balón. Maicol Balanta intentó desbordar y aunque lo hizo como es habitual, soló en dos oportunidades preocupo a la defensa visitante.

Luis Aníbal Mosquera empezó yendo a la ofensiva por su costado, pero con el paso de los minutos su labor fue bajando de intensidad y terminó sin encontrar espacios a su favor. Mauro Guevgeozián intentó en una sola ocasión convertir gol, pero atajó de manera espectacular el arquero Jefersson Martínez, de ahí en adelante, el delantero armenio no volvió a inquietar a la defensa ‘naranja’, pues el balón poco le llegó y cuando lo tuvo, fue marcado de manera efectiva.