Parecía que el empate a un gol en el partido de ida entre Rionegro y Atlético Nacional beneficiaba al cuadro verde. Nacional definía como local tenía todo a su favor para quedarse con la serie, pero Rionegro pegó primero y complicó los planes. Nacional se recuperó con un gol de Víctor Ibarbo y forzó la definición desde los once pasos. Franco Armani es una garantía en estas instancias y esta vez no volvió a fallar; tres penales atajados y el pase hacia las semifinales de la Liga Águila 2016-I

Atlético Nacional

Reinaldo Rueda sorprendió y no en el once inicial. La sorpresa era que en la línea de volantes, al lado de Alexander Mejía aparecía Sherman Cárdenas, volante más ofensivo. Desde su vuelta, Cárdenas había jugado de volante de creación y esta era la primera vez que le tocaba ejercer una función de recuperación. La no sorpresa es que Rueda ha puesto al lado de Mejía a jugadores con características iguales a Cárdenas, como Juan Pablo Nieto.

Ya en el juego, los locales sufrieron mucho en el mediocampo los primeros minutos. Rionegro tuvo la pelota y Nacional no era capaz de recuperarla. Esto se debió a que Mejía quedó solo en el mediocampo cuando había que defender porque Sherman se adelantaba mucho y no regresaba. Aunque en los papeles Cárdenas tenía que estar cerca de Mejía cuando no tuvieran la pelota, esto no ocurrió. Por este hueco llegó el gol de Édison Palomino en el minuto 19. Jonathan Álvarez filtró un balón por todo el mediocampo y Palomino llegó por derecha, enganchó hacia la izquierda y sacó un remate en el borde del área que se coló por el palo derecho de Franco Armani.

Otro problema que enfrentó Nacional fue la salida desde el fondo. Los defensores centrales son los encargados de liderarla y con un pelotazo cruzado buscar a los extremos, pero no pudo hacer esto por el trabajo de la defensa visitante. Esto obligaba a empezar una salida con los volantes que era muy lenta y le permitía a los entrenados por Néstor Otero organizarse.

Daniel Bocanegra fue expulsado en el minuto 30 y Rueda metió mano en el equipo. Primero mandó a Francisco Nájera a cubrir la banda derecha y aguantó a Tomás Maya, pero este se veía desperdiciado porque no podía hacer lo mejor que sabe hacer: ir al ataque. Seis minutos más tarde ingresó Dávinson Sánchez por Maya y la defensa se reacomodó con una línea de tres

En la delantera, Andrés Ibargüen junto a Orlando Berrío fueron los que más inquietaron a la defensa. Gambeta y desborde era lo que hicieron, pero Ibarbo no lograba concretar. Cuando estos dos se juntaban con Macnelly Torres salió lo mejor de Nacional. Velocidad y pausa, pero varias veces Rionegro cortó las jugadas. Fue mediante un centro de Cárdenas que encontró la cabeza de Ibarbo.

El segundo tiempo fue donde más sufrió. Por buscar el resultado dejó varias veces a los centrales mano a mano con los delanteros visitantes que son rápidos, pero Armani los salvó.

Rionegro

Rionegro salió a diputarle de igual a igual a Nacional porque el empate no les servía a ninguno de los dos. En los primeros minutos se hizo control de la pelota y del mediocampo. Con el paso de los minutos se dio cuenta que no era posible jugarle golpe a golpe y se reguardó un poco. Un gran pase de Jonathan Álvarez y una mejor definición de Édison Palomino los adelantó en el marcador y en la serie. Otero no se tiró atrás y quiso buscar el segundo. Al tener los laterales tan adelantados, se expuso mucho en la defensa y fue mediante ese hueco donde Nacional encontró el empate. Para el segundo tiempo Rionegro tuvo varias chances por los espacios dejados por Nacional que tenía un hombre menos, pero Franco Armani le negó todas las oportunidades y con el empate se fueron a los penales.

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Sobre el autor
Simon Gomez
Periodista deportivo. Un ataque gana partidos, una defensa gana campeonatos.