Corrían ya el segundo tiempo en el Bernabéu y el Real Madrid caía uno a cero ante el Sporting de Lisboa, su primer rival en este inicio de la Champions League. En el banquillo estaba el '10' colombiano, quien aclamaba por jugar unos minutos para resolver el partido. 

Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, observaba muy bien el funcionamiento de el equipo. Vio que Benzema y Bale ya no suplían la delantera de el equipo 'merengue', así que opto por hacer sus dos primer cambios, Bale por Lucas Vázquez y Benzema por Álvaro Morata.

'Zizu', notó que sus cambios favorecieron al equipo que encontró mayor movilidad en la delantera, pero sabía que le faltaba otra pieza clave que le diera mayor creación de juego en el medio campo y que fuera un acompañante ágil y veloz para los delanteros. Fue cuando entonces el francés cayó en cuenta que James era el socio ideal para lograr el resultado que se quería, la victoria. 

Ya restaban tan solo 13 minutos para que se diera el pitazo final y en las graderías del Santiago Bernabéu la hinchada alentaba a su equipo para que no desfallecerá. 

Con James y Lucas Vázquez ya en la cancha, al equipo se le vio mayor movilidad y ataque. Empezaron a generar claras opciones que iban acercando al equipo 'merengue' a un empate. 

Sobre el minuto 89' el astro portugués, Cristiano Ronaldo empataría el encuentro con una espectacular cobro que sobrepaso la barrera y vencería al arquero Rui Patricio, para así igualar el marcador. 

El árbitro concedió 4 minutos más de juego, minutos que fueron oro para el equipo local ya que conseguirían la victoria. 

Un centro preciso de Rodríguez sobre el minuto adicional a Morata, sería el pase de los tres puntos del más veces campeón de Europa. James centró sobre el costado izquierdo en el cual el español, Álvaro Morata de cabeza marcaría el gol de jubilo y gloria en una partido sufrido.  

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Sobre el autor
Daniela Rojas
comunicación social - periodismo, en la Universidad Autónoma de Occidente.