Que un gol es culpa de Robinson Zapata. Que Leonel Álvarez se equivocó con el planteamiento. Que Giovanni Hernández tiene preferencias y es terco. Que Reinaldo Rueda está haciendo reingeniería para retomar la idea de juego y le está costando. Seguramente son las principales aseveraciones que se hacen en estos momentos los hinchas acerca de la situación que atraviesan los equipos colombianos a nivel internacional (Copa Sudamericana) y también en la Liga Águila.

Pero debemos cambiar ese pensamiento, no es justo que uno solo, unos cuantos jugadores o el DT sean señalados en la derrota y en los buenos resultados, todos se lleven el brindis del triunfo. Citemos un ejemplo: muchos hablaron de que Leonel Álvarez se equivocó en el planteamiento ante Santa Cruz, por no poner de titular a Cristian Marrugo, pero por lo general no pienso así, voy más allá. Cada jugador debe estar listo para actuar en cualquier circunstancia de un partido, en el momento que lo requiera su DT, no importa si tiene o no continuidad, pues para eso se entrenan a diario, eso sí, no es lo mismo un entrenamiento que un compromiso oficial.

Hago una analogía con el estudio. Cuando hacíamos trabajos en grupo y no en equipo, nos iba mal, teníamos la costumbre de buscar culpables y seguramente siempre encontrábamos a quien señalar. Pero, si la culpa es del encargado de la impresión, ¿por qué no miramos a los demás? Otro integrante también pudo haber hecho el mismo trabajo de su compañero, también pudo decirle que no se le olvidara la impresión y hasta llegar a imprimir un trabajo extra por si de pronto no lo llevaban al otro día. Exponiendo otro caso: en una sustentación final siempre tuve la costumbre de enviarme el trabajo al correo, guardarlo en una memoria y hasta enviárselo a otro compañero, por si de pronto no podía ingresar a mi correo en el aula de clase.

Así mismo debería ser en el fútbol. Cuando el equipo gane, ganamos todos, y cuando pierda, perdimos todos. No se puede decir que perdimos por culpa de zutanito o perencejo, ¡La culpa es de todos!. No hay que individualizar situaciones, el error va desde el presidente hasta el utilero, ¿por qué? porque son un equipo y así deben ser para aceptar las derrotas y celebrar las victorias.