Una vez más, dedico un tiempo para escribir a uno de los jugadores de los que me hice un acérrimo fanático cuando empecé a entender este mundo del fútbol.

Jackson Martínez nació el 3 de octubre de 1986 en Quibdó, Chocó. Su carrera comenzó en clubes del futbol aficionado en el departamento de Antioquia, específicamente Deportivo Encizo y Coopebombas de la ciudad de Medellín. 

Martínez debutó en el fútbol profesional en el 2004 en el Independiente Medellín, y a pesar de no tener muchos éxitos en sus inicios, supo cautivar el corazón de los hinchas rojo (me incluyo) tras ser una de las figuras en el título del 2009 consolidándose así, como uno de los ídolos de la institución.

'Chachacha' no la tuvo fácil para ganarse a la hinchada poderosa, tuvo que remar ante las críticas e insultos del respetable, pero cuando se trabaja duro, con honestidad y dedicacion, la cosecha debe ser la mejor posible.

Tengo la fortuna y el recuerdo vivo, de verlo anotar en mi primera experiencia asistiendo al estadio. Fue en un partido contra Envigado el 5 de marzo del año 2009, en donde el poderoso caería 2–1 en el Atanasio contra el naranja (con golazo del Totono Grisales incluido ante su ex equipo). Recuerdo cuando eludió a Roberto Mosquera y definió a merced de la portería para el descuento del medallo y así desatar la alegría en las graderías.

Y es que ese año, el 2009, fue el destape de 'La Pantera'. En el primer semestre no tuvo suerte tras sufrir una lesión, que el equipo sintió y terminó eliminado de la Libertadores (De los episodios más dolorosos del poderoso). Pero en el segundo semestre se desahogó totalmente y fue el goleador del torneo. El 19 de diciembre en la gran final ante Huila le puso moño a su extraordinario campeonato, además, el rojo conseguía su quinta estrella, con goles del propio Jackson en los dos partidos de la serie, sin embargo, ese mismo día, entre la euforia, llegaban con la noticia de su partida del equipo, se decía que el fútbol asiático, al que hoy pertenece, pero al final emigró a tierras mexicanas para jugar con Jaguares de Chiapas, en donde también demostró sus condiciones y al final partiría al fútbol europeo para jugar con el Porto. La pantera se volvió ídolo y capitán del dragón, gracias a su constante cuota goleadora, llegando casi al centenar de anotaciones en 143 juegos. Llegó hace un año al fútbol español para jugar en el Atlético, y aunque me inclino por el Real Madrid, siempre tuve mis deseos por que las cosas le salieran bien. Lastimosamente las lesiones le jugaron una mala pasada y terminaría saliendo del conjunto colchonero en enero.

El fútbol asiático parecía haberlo esperado todos estos años y China fue el país que le abrió las puertas. Si bien, las lesiones siguen persiguiéndolo, pero todos esperamos que logre recuperarse, que pueda demostrar de lo que está hecho y regrese el Jackson que deslumbró a toda Colombia, el que hizo llorar de alegría a todos los hinchas del Medellín cuando marcó el doblete con la Selección Colombia en un mundial, el que dio de qué hablar cada fin de semana por sus goles. A pesar de todas las críticas que le caen encima, siempre seré de ese grupo que siempre será una voz de aliento para nuestro goleador. ¡FELICES 30, JACKSON!