Finalizando el primer semestre del año en curso, los directivos de Atlético Bucaramanga buscaron un director técnico principalmente para salir del descenso, luego de conseguirlo, si así fuese, llegarían más objetivos, como ingresar a los cuartos de final, y porque no, intentar buscar la primera estrella para el equipo ‘leopardo’. Pero siempre teniendo en cuenta que todo se consigue paso a paso y con paciencia.

Para el anterior objetivo, llegó Flabio Torres, un adiestrador con amplio recorrido en el fútbol profesional colombiano, porque pasó por equipos como Deportes Tolima, Deportivo Pasto, Once Caldas y Cúcuta Deportivo. Con él y su cuerpo técnico confirmado, arribaron los jugadores: Alcides Peña, de Bolivia, el defensa Diego Peralta y Miller Mosquera; el volante Nicolás Palacios; y los delanteros Pablo Rojas y Darío Rodríguez. Refuerzos para salir de la zona del descenso de manera necesaria y urgente, pues la situación era más que grave y tormentosa.  

Campaña buena y una idea de juego clara

Encontrar una idea de juego fue de las principales prioridades para Flabio, pues de aquel equipo que ascendió no quedó prácticamente nada de la idea de juego. Por eso, apostó por tener una defensa equilibrada, con el liderazgo de Diego Peralta. El medio campo, equilibrado y encabezado por el capitán y líder del equipo, Carlos Giraldo. Las ideas creativas en los pies del santandereano Jhon Freddy Pérez. Y la definición de las ideas creativas en el olfato goleador de Darío Rodríguez.

Y así fue, y aunque costó implementar esa idea de juego que quiso el adiestrador Torres, todo se empezó a dar con el paso de los partidos. El medio campo fue intachable, recuperó balones y los entregó de manera limpia. La zona de ideas creativas funcionó a la perfección, filtró balones, los distribuyó por el terreno de juego ofensivo y por momentos intentó salir jugando con calma. Y lo más importante, en el momento de concretar los goles, siempre estuvo la parte de delanteros.  

Bipolaridad futbolística

Desde la primera fecha hasta la séptima, el equipo jugó regular, enfrentó los partidos como si se tratara de una final, sacó la mayoría de puntos posibles. Flabio Torres corrigió lo que fue necesario, una de esas situaciones, fue ubicar a Miller Mosquera como lateral izquierdo, pero en su reemplazo, situó a Cristian Mafla, jugador que disputó partidos del ascenso en esa posición. 

Llegó un momento empezó a jugar bien, se paró bien defensivamente, hizo goles en muchas situaciones que creó y la zona de volantes reguló en muchas situaciones de los partidos al equipo, es decir, no lo dejó partido en la mitad de la cancha.

En conclusión, durante la Liga Águila 2016-II, Atlético Bucaramanga tuvo partidos buenos, otros aceptables y malos, es decir, el semestre fue como un electrocardiograma, pues tuvo niveles altos, medios y bajos. Eso sí, hay que dejar en claro que en la mayoría de los compromisos que disputó, siempre quiso atacar y buscar el arco contrario, priorizando  

Ahora bien, lo que venga para el equipo 'leopardo' es ganancia, si, ganancia, porque la prioridad era salvar el descenso, pues era el principal objetivo del cuerpo técnico actual. Ya afuera de la zona roja del descenso, perfectamente el equipo puede pensar en más logros para obtener, uno de ellos es ir paso a paso para conseguir la primera estrella para bordar o estampar en la camiseta 'auriverde', pero para eso, necesita ir despacio y seguro, paso a paso. Primero debe buscar la manera de ganarle al Deportivo Cali, y luego esperar el próximo rival que saldrá de la llave entre Deportes Tolima y Patriotas de Boyacá. 

Pero, ¿qué tiene este Atlético Bucaramanga a su favor y en contra para los 'playoffs'?

Virtudes

  1. Un DT que tiene amplio recorrido en el fútbol profesional colombiano.
  2. Jerarquía en Diego Peralta y Carlos Giraldo, jugadores que hablan en el camerino y lideran al equipo en la cancha.
  3. Un enganche clásico. Jhon Freddy Pérez se echa el equipo al hombro, genera ideas creativas y tiene buen remate de larga distancia.
  4. Goleador. Darío Rodríguez es el responsable de concretar las ideas que crean sus compañeros. Nueve goles en 20 partidos que jugó durante todo el semestre, marcan diferencia, en la actualidad es cuarto en la tabla de goleadores, dos menos que Ayron  del Valle, jugador que es primero.

Falencias

  1. Durante muchos partidos se ha visto que la defensa es descoordinada, pierde la visión para cerrar las jugadas y el equipo queda descompensado.
  2. Más sacrificio y recuperación de lo habitual, pues por momentos se ha visto que a Carlos Giraldo le queda complicado hacer esa tarea sólo, necesita mayor ayuda y colaboración de sus compañeros en esa labor.
  3. Goles de su rival para reaccionar. Un ejemplo de lo anterior, es el partido contra Cortuluá, compromiso que iba ganado de manera cómoda 2-0, y necesitó de un gol de su rival, para poder cerrar el marcador.
  4. Aumentar la regularidad durante los compromisos, pues aunque muy pocos equipos la tienen, Atlético Bucaramanga debe encontrarla para no dejar que su rival se le monte en el partido.