El aniversario 28 de la primera Copa Libertadores también fue un día dulce para el 'verdolaga'. Un poco de efectividad en el ataque, característica que se extrañaba del equipo, bastó para tomar distancia en la llave ante el cuadro monteriano. Nacional no ganaba de visitante en cuartos de final de Liga desde el 27 de abril de 2014, cuando goleó 1-4 a Envigado en el Polideportivo Sur.

Desde el inicio se observó un partido abierto, donde ambos equipos lograban llegar con cierta facilidad al área rival. Armani tuvo que intervenir en un par de ocasiones tras remates poco riesgosos. Nacional tenía profundidad pero fallaba en la última puntada. Dayro Moreno, destinatario de los balones filtrados por Macnelly Torres y Juan Pablo Nieto, no estaba cómodo dentro del área.

La respuesta a la duda del delantero tolimense llegó promediando la primer parte. Ramón Córdoba, central de Jaguares, quiso pasarse de vivo: salió carreteando la pelota, la llevó hasta la mitad de la cancha e intentó enganchar a Elkin Blanco. El volante de contención, de gran partido, cortó con vehemencia. La pelota le quedó a Juan Pablo Nieto, que aprovechó el inmenso boquete dejado por Córdoba. Dayro llegó, se acomodó y desde fuera del área la puso suave al ángulo con una comba endiablada. Celebraba la parcial verdolaga que se acercó en gran número al Estadio Jaraguay.

El partido de Nacional se puede resumir de manera simple: de la mitad hacia arriba lastimaba y de la mitad hacia abajo era una lástima. Farid Díaz fue, tal vez, el jugador más aportante con solidez por su banda y constantes salidas al ataque. Entre tanto, Bocanegra y los dos centrales (Nájera y Cuesta) quedaron retratados en más de una ocasión. El resultado pudo ser más corto, sin embargo a Jaguares le costó ser más ambicioso y presionar ordenadamente. Producto de ese desorden, un contragolpe dejó mano a mano a Rodin Quiñones. El extremo, sin complicarse, pegó la pelota al palo del arquero.

El 0-2 parcial parecía justo, a pesar de un claro penal no sancionado que Farid Díaz le comete a Arrieta terminando la primera parte. Jaguares tuvo el Cristo de espaldas: llegaba poco a campo rival y no aprovechaba lo generado. Recién a los 20 minutos de la parte complementaria pudo convertir: Ray Vanegas, con remate cruzado, venció a Armani ante la mirada pasiva de los zagueros visitantes.

Habiendo acortado la ventaja, Jaguares mandó toda la artillería al frente con mucho corazón pero con muy poco orden. Nacional, que supo dosificar el esfuerzo para contrarrestar el tremendo calor sabanero, se aprovechó del desespero rival. Uno de esos espacios que un equipo ordenado no se perdonaría dejar lo encontró Macnelly Torres. El barranquillero definió fusilando a Mosquera. Con esto, Nacional llega con ventaja suficiente para clasificar en su feudo. El partido de vuelta se jugará este sábado 3 de junio a las 8:15 pm. El ganador de esta llave se enfrentará al ganador de Bucaramanga-Millonarios.