Atlético Nacional viene de consagrarse campeón de la Liga Águila 2017-l. Sin embargo, en medio de las mieles del triunfo, se dio la partida de Reinaldo Rueda, el técnico más exitoso en la historia de la institución 'verdolga'. 

Dicha desvinculación entre el D.T más ganador y la organización más grande del Fútbol Profesional Colombiano, se ha visto expuesta a dudas, especulaciones, incluso al punto de señalar y satanizar miembros del club. Todo como resultado del silencio y evasivas entre ambas partes. 

Pero el meollo de este escrito no es ahondar en un sinnúmero de rumores, al contrario, pretendo desarrollar mi punto de vista sobre situaciones concretas, tangibles y expuestas a la opinión pública. 

El 28 de marzo de 2017 fue oficializado Andrés Botero Phillipsbourne como presidente de Atlético Nacional, luego de que Juan Carlos de la Cuesta decidiera renunciar a su cargo.

A pesar de ser consciente que llegaba al club con una vara muy alta por todos los logros obtenidos en la gestión de Juan Carlos de la Cuesta, Botero decidió tomar las riendas del fenómeno deportivo más grande del país. Antes de desarrollar mi punto de vista es preciso mencionar la cercanía que ha tenido Botero Phillipsbourne con el deporte. Su trayectoria en la diregencia deportiva dan muestra de ello, eso sin contar su rol como deportista de élite en la disciplina de esquí acuatico. 

Se llegó el día de oficializar la salida de Reinaldo Rueda, vallecaucano que a pulso se plasmó en la historia como el más éxitoso y laureado del club 'verdolaga'. Hasta ese momento las declaraciones dadas por el presidente de Atlético Nacional se resumían en mensajes motivacionales o meros formalismos entre entidades, nada que exigiera mayor conocimiento sobre el plantel o sobre el deporte como tal. 

Como era lógico, la prensa aprovecharía el momento para preguntar acerca del nuevo proyecto deportivo encabezado por Juan Manuel Lillo. Propuesta por la que las directivas se decantaron. 

Fue ahí donde el actual presidente fue expuesto y bombardeado por preguntas a las cuales él intentaba hacer frente, pero indudablemente se notaba el total desconocimiento por parte de Botero. Por suerte, Víctor Hugo Marulanda salió al rescate y sacó al presidente 'verdolaga' de un inminente naufragio ante los medios. 

Posteriormente, diferentes cadenas decidieron dialogar con Botero Phillipsbourne, con motivo de saber que será de Atlético Nacional en este nuevo ciclo bajo el mando del español Lillo. Ahí, sin Marulanda como salvavidas, Andrés Botero dejó entrever el dañino desconocimiento que tiene sobre la institución y el plantel 'verdolaga'.

No se nace aprendido

Como reza el popular dicho "nadie nace aprendido", en ello estoy en total acuerdo. Sin embargo, también se podría deducir que en el enunciado planteado existe una intención por saber, por tener conocimiento de algo.  

El papelón hecho por el dirigente ante los medios deportivos es inadmisible. La situación raya con lo cómico y lo grotesco. Se le abona que haya reconocido su poca idoneidad para la elección de un director técnico.

Andrés Botero aseguraba que la renuncia por parte de Rueda había sido por cuestiones de salud, afirmación que el propio Reinaldo se encargó de desmentir.

Señor Phillipsbourne, cuando adquirió el compromiso de ser el presidente de Atlético Nacional, también se hizo acreedor para comulgar con los valores institucionales, esos que dictan una constante cualificación y crecimiento por parte de la organización. Por lo tanto, desde su llegada debió empezar a conocer más sobre la institución, el plantel y todos aquellos que hacen posible la grandeza de la que se jacta Nacional y sus adeptos. 

Si bien entre los planes de Botero no estaba llegar a Nacional, propuesta que él dijo que lo tomó por sorpresa, por vocación y ética profesional debe inmiscuirse en los procesos y saberes propios de dicho deporte. Nuestro presidente debe tomar la batuta del equipo más laureado a nivel local y entender que es uno de los más ganadores en el plano internacional. 

Los números, las finanzas, los procesos gerenciales y administrativos son sumamente importantes dentro de una organización, sin embargo el factor humano y comprender las situaciones de quienes aportan su granito de arena en la consecución de logros en primordial.

"Más que un presidente, era el amigo de todos" estas fueron palabras Macnelly Torres, tras la salida de Juan Carlos de la Cuesta. Es ahí donde se mide gran parte del éxito. No sentencio la gestión hecho por Andrés Botero Phillipsbourne, al contrario espero que siga llenando de triunfos y momentos gloriosos a la institución. Solo pido una cosa: ¡Botero, ponéte la '10'!