El defensor de 24 años no ve acción con la camiseta de Nacional desde la derrota 2-1 ante Chapecoense en Brasil. De ese encuentro, que terminó siendo bastante ríspido por momentos, Aguilar salió con una complicada lesión de tobillo que requirió operación. El medellinense definió brevemente su situación actual: "Estamos en los trabajos de campo, la última fase de la recuperación".

El cuadro ahora dirigido por Juan Manuel Lillo contará, tal vez en poco tiempo, con la presencia de Aguilar. ¿Su actitud? "Deseoso de ponerme a punto para entrar a trabajos con el grupo principal".

Aunque él mismo afirmó que la charla que tuvo con el estratega español fue bastante breve, al parecer fue productiva para definir los objetivos: "Proyectando lo que se viene: cómo van a ser los entrenamientos, lo que espera de cada uno de nosotros y el deseo de plasmar un estilo de juego en los entrenamientos y en la competencia que se avecina".

"Todos los técnicos y preparadores físicos tienen su metodología (...) pero siempre en base a la tenencia de pelota", siguió el central. Una cosa es lo que se habla desde acá y otra es lo que se demuestre en la cancha.

De igual forma, el principio aplica para la vuelta de Aguilar a las canchas: "Depende del día a día, de cómo me vaya sintiendo, no hay una fecha específica por parte de los médicos". Para él, "ya pasó lo más difícil" y solo queda "retomar el nivel, proyectarme en los entrenamientos y a llegar a ese nivel en el que estaba anteriormente".

Han pasado casi tres meses desde el último partido de Felipe Aguilar. La hinchada lo extrañó y él extrañó la competencia, sin embargo afirmó que "mi familia siempre estuvo presente y también me encomendé mucho a Dios". Hoy, faltando poco para el regresa, encuentra un equipo cambiado y revolucionado.

Cuando le preguntaron por el ambiente del plantel, dijo que "se siente extraño porque hay menos jugadores, hay unos que faltan por llegar si es que van a llegar (...) Es un vacío que dejan los jugadores que se van pero que esperan ser suplidos con los que llegan". ¿Alguna baja que lo haya afectado especialmente? La de su compañero de zaga Francisco Nájera, de quien indudablemente aprendió secretos de la profesión: "Pachito era muy cercano conmigo, hicimos una excelente amistad".