Millonarios se quedó con la victoria sobre Alianza Petrolera en la noche del sábado en El Campín, con un 1-0 que no despejó las cuestiones de la falta de definición en ataque y seguir dependiendo de las mismas cosas.

Los embajadores formaron con Duque y Domínguez en la zona de contención, Silva más suelto en el campo y Valencia acompañado por Mosquera y Núñez por los costados.

Primer tiempo

Los azules arrancaron el primero tiempo con mucha intensidad, poniendo activo al ataque con Jader Valencia como el hombre referente en ataque pero sin que este pudiera tener alguna acción de peligro, solamente participar para crear el tiro de esquina que terminó en el gol de Cadavid.

Esa anotación del defensor central, quien regresaba de su suspensión, es calcada de otras jugadas donde el antioqueño aparecía en el área y mandaba el cabezazo al arco.

Algo bueno de Millonarios en el primer tiempo fue la recuperación de pelota en la mitad de cancha, neutralizando las salidas de Stringel, Palacios o Arango hacia adelante, con el apoyo de Juan Guillermo Domínguez y Jhon Duque, quien volvía a la titular, y la labor de los centrales.

La salida por la zona izquierda fue muy utilizada, ya sea para Banguero, el lateral encargado de esa parte de la cancha, o por Santiago Mosquera, el otro jugador por ese lado que le aportaba su talento para elaborar juego.

Cada balón era para el azul, saliendo desde sus volantes de recuperación para encontrar a Silva o Mosquera como los hombres encargados de las ideas, pero en ocasiones fallando al hacer una de más que dejaba todo en nada.

Jader Valencia, el delantero que estaba tomando el lugar del lesionado Dúvier Riascos, no lograba hacer el trabajo de definir al arco, con un tibio balón a las manos del portero y con muchos nervios en su cuarto partido como titular para el joven de 17 años.

Se podría decir que fue un buen primer tiempo del equipo, al no permitir que el rival jugara por mucho tiempo, siempre llegando hasta la línea final y mandando balones al área, pero también fallando en hacer un pase de más, depender mucho de buscar el remate fuera del área y no tener a nadie que pateara continuamente al arco.

Segundo tiempo

El inicio de la parte complementaria fue una prueba de alto riesgo para la defensa, la cual estaba dormida al salir del camerino que tuvieron la suerte de que no les cobraron con un gol, solo dos aproximaciones.

David Silva confiaba en llegar al área jugando con un pivot, ya fuera Mosquera o Núñez para lograrlo, pero sin poder terminar bien la jugada pues fallaba en el remate, se la cortaban o se enredaba, pero siempre buscando el espacio con el toque de balón.

Hubo un momento en que Millonarios se encontró con una verdadera muralla humana de siete defensores, llegando hasta ahí el equipo pues no encontraba forma de superarla, fuera por habilidad de Mosquera, jugada de Silva con Núñez o alguna participación de un Valencia que no jugaba bien.

Miguel Ángel Russo movió el banco para darle ingreso a dos jugadores: el primero Aponzá por Núñez para darle movilidad en ataque y refrescar la ofensiva, lo mismo para Henry Rojas que reemplazó a Jhon Duque, quien hacía una buena presentación pero fue retirado por amonestación y para cuidarlo pues venía de recuperarse de una larga lesión, además de darle un apoyo enorme con un volante de buen pie.

El exjugador del Junior, traído en julio, se vio animado y con intenciones de jugar al primer toque para atacar, además de que tuvo una opción enorme de aumentar el marcador con un excelente pase de Matías De los Santos que fue desperdiciado y otra al final que perdió en el mano a mano con Grazziani.

Más allá de la desconcentración del inicio del segundo tiempo, la labor de De los Santos y Cadavid fue aceptable, atentos a cada acción de Arango y Arias, saliendo desde atras para empujar al equipo y siendo otros jugadores de ataque en la pelota quieta.

El último en entrar al campo fue Cristian Huérfano, el mediocampista juvenil que reemplazó a Santiago Mosquera, quien se fue del campo de juego en camilla por una molestia y que no fue tan incisivo como en otros encuentros.

Al final el partido fue victoria para el azul, siendo superior en todo menos en lo más importante que fue el marcador, demostrando el terrible problema de no tener un goleador en la cancha y no saber definir la gran cantidad de acciones de gol creadas.