Cuando un equipo de fútbol ficha a un jugador, lo hace con el fin de que marque diferencia en la cancha, por momentos eso lleva a que el juego guste ante la hinchada y primordialmente lo anterior a que el cuerpo técnico tenga una variante más para los partidos.

Lo anterior describe totalmente la situación que atraviesa Jhon Edison Mosquera, quien pese a las oportunidades recibidas en los partidos, nunca marcó diferencia en la cancha, y pese a que compitió con sus compañeros en los entrenamientos, finalizó con la titular en muchas ocasiones sin muchos argumentos deportivos.

Conviene subrayar que, en las apariciones de Mosquera, se le vio mucho mejor cuando jugó de lateral izquierdo, pues el jugador no tenía mucho compromiso para ser insistente en ataque, desequilibrar en la defensa rival y definir si la ocasión lo ameritaba.

Por otra parte, a Jhon Edison siempre se le vio con ganas de hacer las cosas bien en los compromisos de su equipo, pero le faltó más ‘picardía’ para encarar a los rivales, más gambeta y fintas en el uno contra uno, por eso regresó el balón más de una vez a los jugadores que lo apoyaban en la parte de atrás.

El fin del torneo no fue el mejor para Mosquera, pues una vez más no convenció con argumentos deportivos a los hinchas y seguidores de Atlético Nacional, esto terminó con una divorcio total entre la hinchada y el jugador, a tal punto que sigue siendo resistido por más de un hincha.