Ante más de 44 mil hinchas 'verdes', Atlético Nacional fue derrotado por Millonarios (2-1) los goles del equipo 'azul' vinieron de los pies de una de las caras nuevas en el equipo 'embajador', el paraguayo Roberto Ovelar. Con dicho marcador, el cuadro visitante se proclamó campeón de la Superliga Águila 2018.

La elección de la nómina titular por parte de Almirón fue el primer indicio de que los 'verdes' saldrían con un ataque avasallante en busca de su primer título. Todo esto, teniendo en cuenta la localía y el ambiente que ponía la afición.

Aproximadamente durante la primera media hora de juego todo salía según lo planeado por el estratega argentino al servicio de Nacional. Los 'verdes' se mostraban rápidos y punzantes por las bandas, sin embargo imprecisos en el último cuarto de la cancha. Aún así, a los 21 minutos del primer tiempo, ganaban (1-0) con gol de 'el topo' Rentería y sin sufrir en defensa. 

Posteriormente, el equipo tuvo la chance de ampliar su ventaja, pero la falta de contundencia fue la constante y, quizás, la razón por la cual resignó su primer título en el año. 

Por su parte, los visitantes aguantaban en defensa e intentaban contragolpear cuando podían, pero no generaban mayor riesgo en la zaga 'verdolaga'. El empate se dio, principalmente, por una virtud individual del delantero más que por un trabajo colectivo en el equipo bogotano. 

Pasada la media hora del primer tiempo, Atlético Nacional bajó la intensidad y el partido se niveló. La disputa del esférico se daba en la mitad de la cancha. En la misma dinámica inició el segundo tiempo.

Para infortunio de Carlos Cuesta, zaguero central del cuadro paisa, erró un pase en la salida el cual fue interceptado por Ovelar, delantero 'embajador', que sin pensarlo remató al arco aprovechando que el golero nacionalista se encontraba adelantado y encajó el tanto que significó el título. Desde ese momento Millonarios resignó el ataque y se dedicó a aguantar en zona media lo que restaba del partido.

A partir de ahí Nacional buscó el empate, pero la falta de contundencia en el último toque y evidentes errores de sincronía en los movimientos de los jugadores dejaba ver un equipo que cojeaba. 

El entrenador argentino tendrá que seguir 'aceitando' la máquina 'verde'. Es un proceso que lleva un poco más de un mes, desde su inicio el 4 de enero. Cabe aclarar que gran parte de los refuerzos llegaron sobre el final de la pretemporada y están en un proceso de adaptación al estilo de juego y a las condiciones técnicas, tácticas y geográficas que tiene el fútbol colombiano.