Bastaron 21 minutos para que el equipo dirigido por Hernán Torres ganara su primer partido. Sobre el minuto 1, Jhoan Mina cometió mano en el área. El 'matador' argentino, Agustín Vuletich, tomó la pelota. Y cuando el goleador toma la pelota la conclusión se infiere: 0-1 arriba el equipo del oriente antioqueño.


En líneas generales se trató de un partido cortado. Ambos equipos vienen con sus presiones. Boyacá Chicó, con la cruz del descenso a cuestas, quería salir del fondo. Un empate y dos derrotas en tres salidas no ayudan mucho a la necesidad de sumar para permanecer en Primera. Rionegro Águilas venía de una situación atípica: sequía de goles en sus primeros tres partidos. Huila y Pasto le perdonaron la vida, pero Envigado le ganó el derbi del sur del Valle de Aburrá.


El cuadro 'ajedrezado', con la presión de ser local, aceleraba para buscar el empate. Una jugada típica de los equipos que juegan en la altura: desgastar para sacar ventaja en el segundo tiempo. Sin embargo, no contaban con el orden táctico del equipo antioqueño. Edson Vásquez levantó un tiro libre desde la izquierda tras falta -de nuevo- de Mina. El centro parecía irse largo hacia la derecha, pero Francisco Rodríguez la metió de palomita.


Con el 0-2 el partido parecía cosa juzgada. Sin embargo, la abultada ventaja del visitante no hizo más que abrir el partido. Chicó atacaba, Rionegro contragolpeaba. Así fue como Humberto Osorio estuvo a punto de aumentar la ventaja, tras una gran asistencia a Daniel Muñoz. Sobre el minuto 26, Jhon Jairo Gómez se hartó y sacó a Jhoan Mina: dos intervenciones erradas derivaron en dos goles.


Sobre el minuto 30, la insistencia del local fue premiada. Un ataque por la izquierda parecía ser neutralizado por Toloza, que ponía las manos atrás por prevención. El atacante 'ajedrezado' enganchó hacia atrás. Allí estaba Hanyer Mosquera, que no tuvo la misma precaución: mano en el área y penal. Misael Riascos cambió penalti por gol y apretó las cosas. Sería él, Riascos, el hombre más incisivo del equipo local. Sumado a ello, un postazo de Mateo Palacios a los 40' que hizo estremecer al banco visitante.


El primer tiempo terminó con un remate fallado de Osorio Botello, de gran participación. Así mismo, la suerte le jugó en contra a Boyacá Chicó: tuvo que agotar un segundo cambio por lesión. Iniciando la segunda parte Rionegro Águilas movió el banco ingresando a Yilton Díaz por Denis Gómez.


Las 'aguilas doradas' aguantaron todo lo que pudieron los sucesivos embates del local. Con el correr de los minutos, las respuestas se hicieron más escasas. A los 76' Humberto Osorio dejó la cancha y le dio paso a Leandro Velásquez para aguantar el marcador. Esto dejó en la cancha como único punta a Agustín Vuletich.


El atacante argentino dejó hasta la última gota de sudor. Su imagen corriendo tras cada pelota casi con la lengua afuera fue la imagen de una victoria sufrida. El cansancio no solo atacó al equipo visitante. El desgaste y la falta de alternativas en ataque fueron determinantes. Esta impidió que Boyacá Chicó transformara tantas llegadas en goles.


Pase lo que pase, Rionegro Águilas se irá a dormir este sábado dentro de los ocho: es séptimo con 5 unidades. Según dicen, es mejor corregir ganando. Más cuando el próximo partido es ante el puntero e invicto Deportivo Independiente Medellín. Se jugará en el Estadio Alberto Grisales de Rionegro el sábado a las 5:30 pm.