Con la posibilidad de sacarle cuatro puntos de ventaja al segundo en la tabla de posiciones, salió al gramado del Alfonso López el elenco ‘verdolaga’. Desde los primeros minutos, Nacional ya intentaba asechar el arco ‘leopardo’ con jugadas por las bandas, a través de Lenis por derecha y Mafla por izquierda. Hasta el minuto 10, el partido se tornó ida y vuelta, con ambos equipos proponiendo y buscando el arco contrario. Sin embargo, la profundidad se fue perdiendo y solo se percibió un partido intenso, donde la lucha en la mitad de la cancha fue una constante en la mayoría de pasajes de la primera parte.

Solo hasta el minuto 30, volvió Nacional a generar peligro, nuevamente con Lenis por la banda derecha tras una autohabilitación que le permitió sacar un remate que logró controlar el guardameta. A partir de allí, el ritmo del partido volvió a tornarse opaco. La circulación de la pelota era inofensiva y el equipo no lucía cómodo. Fue así como luego de una perdida de pelota en la mitad de la cancha, el local tomó mal parado a Nacional y Rovira malogró una opción de gol para Bucaramanga. Así, bajo de intensidad y sin mayores aproximaciones por parte de los dirigidos por el profesor Almirón, se terminó el primer tiempo.  

Parte complementaria y más de lo mismo

Como finalizó la primera parte, comenzó la segunda. Sin modificaciones en las escuadras ambos equipos volvieron al juego disputado, punzante e intenso en la mitad del campo. Pocas asociaciones características en el medio de Nacional, Macnelly muy escoltado, Campuzano impreciso y Castellani perdido. Vladimir deslucido, Rentería desconectado y Lenis con la pólvora mojada. En todo caso, no fue la ofensiva que vimos en anteriores partidos y eso ayudó a que el equipo colectivamente se viniera abajo. La actitud no puede ser reprochada, el equipo corrió, metió y peleó cuando tuvo que hacerlo, sin embargo hizo falta los habituales destellos del talento individual que a veces contagian en la cancha.

El reloj corría y el espectáculo disminuía cada vez más, la pelota no merodeaba por los arcos. Eso, hasta que al minuto 65, un fuerte remate de Pérez desde la media luna hizo temblar el travesaño y que Nacional se salvara de irse abajo en el marcador. La cancha comenzaba a inclinarse cada vez más sobre el pórtico custodiado por Monetti.   

Primer cambio en Nacional

Con el equipo confundido y sin generar juego, Almirón llamó a Aldo para que ingresara por Macnelly. El 10 le entregó el brazalete de capitán a Ramírez y con él se marchó todo intento de posesión, pues  a partir de su salida, el equipo no hizo más que especular con la esférica, y vio como el rival a través de Sherman, un viejo conocido, orquestaba un ataque cada vez mas decidido.

Min 80’

Segundo cambio en Nacional, se retiró con molestias Reinaldo Lenis y le dio paso a Steven Lucumí. Los últimos diez minutos fueron complicados para Nacional, el equipo ya lucía cansado, tratando de esperar al rival para contragolpearlo. Dos minutos más tarde, tras un tiro de esquina, Rovira impactó de cabeza un fortísimo remate que de no ser por Monetti, Bucaramanga tendría los tres puntos en su bolsillo. El golero argentino voló y le dio seguridad al equipo en un momento adverso. Este, con credenciales sigue demostrando que está a la altura del puesto y argumenta porque Almirón se decanta por él para el arco 'verdolaga'. No bastó mucho para que lo corroborara, cuando despejo un centro al área chica con veneno y le dio ese último ánimo a sus compañeros para sacar al rival de su área y asegurar un valioso punto, que parecía poder esfumarse. Fue así como Nacional reaccionó y ante una última sustitución (Castellani por Loaiza), le dio trámite al partido, controló las insinuaciones de Bucaramanga e incluso pudo generar una última opción de gol, con un remate rasante de Vladimir Hernández que se fue cerca.

Firmó un buen negocio

Está claro que este no fue el mejor partido de Nacional en la era Almirón. Atraviesa pasajes de irregularidad normales en procesos que comoeste, apenas comienzan. Sin embargo, por el panorama y como se dio el partido, como terminó resguardándose y sacando figura a un portero que cuando el equipo lo necesita, responde, es un punto muy importante y que ayuda a seguir creciendo sin resultados adversos, un proyecto deportivo que se afianza cada vez más a una idea clara: ser protagonistas en cualquier torneo, en cualquier cancha.