En una tarde lluviosa, ante un Polideportivo Sur teñido de verde, Nacional desaprovechó por segunda vez consecutiva la oportunidad de sacarle cuatro puntos de diferencia al segundo mejor ubicado en el campeonato colombiano. Con un arranque pasivo, Nacional le ofreció la pelota a Envigado, que en los primero minutos no hizo mucho daño al combinado 'verdolaga'. Tras jugarse los primeros quince minutos del partido, Nacional comenzó a adelantar las líneas, tomar la pelota y proponer su juego, mientras que el rival comenzaba a replegarse en su campo. Sin mucho vértigo y sin mayores asociaciones, Nacional comenzaba adueñarse un poco más del partido y en eso ayudó mucho la constante salida de los laterales, quienes le dieron volumen ofensivo al equipo.

Un verdadero guante el botín izquierdo de Delgado

El lateral argentino se hizo importante en su costado a la hora de atacar, tanto así que sobre el minuto 20 sacó un centro prodigioso directo a la cabeza de Gustavo Torres, quien definió a la altura de la asistencia y adelantó al equipo de Almirón. Luego del gol, el verde se paró mucho mejor en la cancha, y el rival con cada minuto que pasaba se veía mucho más confundido. Nacional fue el dueño de las acciones ante un Envigado que a partir del gol, se desarmó. Sin embargo, antes de terminarse la primera parte, el técnico sorprendió con la sustitución de Delgado por Palacios, puesto que a esa altura del partido, el argentino ya cargaba con una tarjeta amarilla y el talentoso Vergara era un dolor de cabeza para esa banda. Sin mayor peligro sobre el arco defendido por Monetti y con la ventaja a favor del verdolaga terminó el primer tiempo.

Inicio agitado del segundo tiempo

Apenas se acomodaban en los asientos, cuando tras una falta cerca al área de Nacional, hizo que apareciera la mano salvadora de Monetti, que evitaba el empate del local, luego de un minuto jugado. Envigado se tomó confianza y se lanzó al ataque, el semblante fue otro, y mientras tanto, Nacional esperaba con prudencia para atacar cuando encontrara los espacios. Sobre el minuto 55, nuevamente los guantes de Monetti desviaron un fuerte remate que terminó estrellándose en el palo. Lo peores minutos pasaron y la intensidad fue mermando.

El equipo comenzaba a sacudirse, y su reacción fue a punta de toque, del que le gusta al hincha de Nacional. Aldo fue más participativo y trató de buscar asociaciones, y todos se fueron contagiando de dicha serenidad, para conseguir equilibrar el partido. Lucumi, Castellani, Loaiza y Vladimir, quien había ingresado por Rentería, comenzaron a sumarse a la orquesta que propuso Ramírez. Esa que de seguro en los entrenamientos practican tanto, a primer toque. El rival perseguía y veía pasar la pelota, Nacional controlaba los tiempos del partido.

Sinfonía de toques desde la mitad hasta el área chica

Sobre el minuto 72, con Nacional manejando la esférica a placer, Aldo desencadenó una sucesión de pases desde mitad de cancha hasta la media luna, donde le propuso una pared a Gustavo Torres y con algo de complicidad de Saunders le quedó servida para marcar el segundo tanto del partido. Nacional ganaba cómodo y jugando a placer. El partido parecía ya de trámite, y el rival sin capacidad de reacción, hasta que haciendo falta diez minutos para el silbatazo final, el técnico hizo su último movimiento. Se retiró Castellani y le dio paso a Campuzano. Con Jorman en el campo, solo pasaron 60 segundos para que llegara el descuento anaranjado. Tras un centro desde la banda derecha, Guzmán con un gesto notable atacó con su testa la pelota, que al desviarse en Henríquez fue inatajable para Monetti. El verde trato de recomponerse rápido, pero Envigado con rebeldía de a poco fue haciéndole retroceder las líneas. Cuando parecía que Nacional se quedaba con los tres puntos, y luego de levantar el tablero que indicaba los tres minutos de adición que dio el central, llegó el empate, tras un error en la zona defensiva, de la Rosa no desaprovechó la oportunidad y decretó la igualdad. Segunda al hilo para los dirigidos por Almirón.

Este empate deja un sinsabor, puesto que durante la mayor parte del partido, Nacional tuvo los tres puntos en su bolsillo, que los dejó disipar en los últimos minutos por exceso de confianza. Sin embargo, esta es una nueva salida que sirve de experiencia a los pupilos de Almirón para no dar por sentada una victoria y trabajarla hasta el último instante, con humildad. No hay rival fácil, y la curva debe ser ascendente, pero tranquiliza el crecimiento y la forma en la que todo el plantel ha digerido la idea que trata de plasmar el cuerpo técnico, pues sin importar el intérprete, el jugador que vaya al campo, podemos deducir a lo que quiere jugar este Nacional. Se viene una interesante prueba ante Huila, un rival que viene en alza, bien construido, que puede servir de medidor para este proceso que cada vez toma más forma.