La vida para el Deportivo Cali en los últimos días no es tan fácil, como lo fue hace menos de un mes. Desde el debut internacional ante Danubio en Palmaseca, el equipo no encuentra el norte y de a poco se van diluyendo sus ahorros y los del cuerpo técnico, sabiendo que parte de la hinchada se muestra inconforme con el rendimiento del equipo y apuntan directamente a Gerardo Pelusso como responsable del mal momento. 

Ajenos a una posible crisis, el cuadro vallecaucano aún depende de sí mismo y en menos de 72 horas, sí 72 horas deberá definir su futuro en la Liga Águila y en la Copa Conmebol Suramericana.

¿Liga o Copa Suramericana?

Aunque en las huestes verdiblancas no se ha escogido una competición, lo cierto es que al no estar clasificado de forma anticipada en la Liga Águila le ha complicado la vida a los verdiblancos, tanto es así que deberán afrontar una complicada visita a San Juan de Pasto, con gran mayoría de jugadores suplentes e incluso muchos canteranos de la categorías menores de la inagotable cantera del Cali. 

La idea del cuerpo técnico es luchar por un punto en Pasto, dejar ese objetivo en manos de un plantel de reservas. La ventaja es que con un empate o con una derrota dependiendo de otros resultados se clasifican, sin embargo, no todo puede quedar al azar. Es inadmisible una eliminación de los playoffs, cuando a falta de cuatro fechas solo necesitaba un punto para lograrlo. 

Ahora bien, en el pensamiento del cuerpo técnico parece más temerle a la visita a Uruguay, a pesar de la holgada diferencia de 3-0 que tienen sobre su rival, Danubio FC. El entrenador charrúa Gerardo Pelusso, pondrá el plantel titular para afrontar el partido de vuelta por Copa Suramericana con el objetivo será asegurar la clasificación en Montevideo y seguir en carrera en la liga, concentrarse para lo que serán los playoffs. 

Lo cierto es que del domingo al martes, el Deportivo Cali se juega sus chances en los dos torneos que ha participado este semestre, y por la expectativa creada en torno al nuevo equipo azucarero no se les permite el más mínimo resbalón.