No cabe duda de que el Mundial de Brasil 2014 merece un apartado especial en la historia de la Selección Colombia; por primera vez, llegó hasta los cuartos de final, dando muestras de buen nivel desde la fase de grupos.

Justamente esa primera etapa del torneo la culminó con tres victorias en igual cantidad de presentaciones, la última de estas ante Japón, el 24 de junio en Cuiabá.

Colombia salió al compromiso apoyándose en una nómina alterna con relación a quienes habían actuado en los dos primeros juegos: ocho cambios en el once ideal, de los que solo repitieron el portero David Ospina, el defensor Pablo Armero y el volante Juan Guillermo Cuadrado.

Pékerman planeó un partido en el cual su escuadra se parara firmemente atrás, esperando los errores de una selección nipona que debía salir a buscar los tres puntos si quería tener chances de seguir con vida en la máxima cita orbital. Ese planteamiento hacía el símil del tiburón que está escondido en el charco esperando una equivocación de su presa para atacar.

Y el primer mordisco de Colombia llegó apenas a los 17 minutos de juego, después de una contra en la que Armero se tomó su banda y se la entregó a Adrián Ramos, quien cayó en el área, en una falta que Cuadrado, actualmente en la Juventus, transformó en el primer gol del encuentro.

Sin embargo, y pese a que la Tricolor mantuvo la presión tanto abajo como arriba con su rival, el empate para los japoneses llegó al término de la primera mitad. Shinji Okazaki aprovechó un centro de Honda y superó a David Ospina, para enviar el duelo al descanso con paridad en el marcador.

La anotación del rival cambió los planes de Pékerman en el partido, quien mandó al campo en la segunda mitad a James Rodríguez y a Carlos Carbonero, dándole descanso a Juan Fernando Quintero y a Cuadrado.

Si la intención era presionar más ofensivamente, rápidamente se vieron los frutos, pues a los 10 minutos del complemento y tras una sucesión de toques, James le dejó la pelota a Jackson Martínez, para que el ex Independiente Medellín dejara sin chances al portero Elji Kawjasima y le devolviera la ventaja al combinado nacional.

La combinación James-Jackson volvió a tener efecto durante los minutos finales, cuando el actual volante del Bayern Múnich volvió a habilitar a Martínez, para que el delantero decretara el 3-1 y dejara prácticamente afuera del Mundial a Japón, tarea que culminó Rodríguez con un gol de otro partido, dejando en el camino a la defensa y picándola ante la salida del arquero.

Así alcanzó Colombia los octavos de final de Brasil 2014, en un compromiso muy emotivo para todo el plantel, especialmente para el portero Faryd Mondragón, quien entró a cinco del final y se convirtió en el jugador de más edad que disputó un partido mundialista.