Después de confirmarse la salida de Juan Manuel Lillo del Atlético Nacional al final del 2017, algunos jugadores también dieron un paso al costado para seguir su vida futbolística en otros clubes; uno de ellos fue Rodin Quiñones, quien decidió probar suerte en el rival de patio: el Deportivo Independiente Medellín.

El extremo tenía la ilusión de ser un jugador aportante para el equipo y tener las oportunidades que le faltaron en Nacional, donde la competencia por su posición era complicada. Sin embargo, su ideal no se cumplió, pues no tuvo mucha participación en el campo, jugando un total de 12 partidos, de los cuales en solo dos fue inicialista.

El 17 de febrero tuvo su primera participación directa en una jugada de gol: ingresó al minuto 82 y apenas cuatro minutos más tarde recibió un pase de Didier Moreno, se abrió paso por la banda y asistió a Leonardo Castro, para que el delantero le diera la victoria al DIM 2-1, remontando el 0-1 en contra con el que habían iniciado el juego.

Después, el 4 de marzo, anotó su primer y único gol con la camiseta del Medellín; cuando el partido contra Junior iba 0-2 abajo en el Atanasio, Rescalvo decidió darle minutos a Quiñones, quien avivó la ilusión de la hinchada al recibir en el área un pase de Cano y anotar el descuento, que a la final solo sirvió para decorar el marcador final, que terminó a favor de los barranquilleros.

El semestre terminó de forma opaca para el jugador, quien a finales de abril sufrió una fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo, para la cual el cuerpo médico preveía una incapacidad de seis semanas, lo que lo privó de estar en las finales del fútbol colombiano, en las que el DIM  llegó hasta la instancia de los cuatro mejores.