La fase de grupos tan diciente y en otras ocasiones tan engañosa auguraba un gran partido y mostraba en la previa a una Croacia superior. Lo cierto es que en el trámite del juego, Dinamarca salió arrollador y Croacia fiel a su estilo táctico identificó los momentos idóneos para atacar a los escandinavos en un juego emocionante de principio a fin.

El juego comenzó a pura adrenalina, en el minuto 1 un saque de banda largo del lateral Knudsen generó un borbollón en el área croata que culminó en el gol de Mathias Jorgensen para el 1 a 0 cero danés que no duró mucho ya que al minuto 4 Mario Mandzukic aprovechó un error fortuito en la zaga escandinava para empatar el juego.

Desde ahí el juego bajó un poco el ritmo, Dinamarca atacaba sin encontrar los espacios y se protegía bien de los contragolpes de una Croacia que no dejaba de insistir, el primer tiempo culminó entre intentonas y buen ritmo, así como entre faltas y remates desviados.

Para la segunda mitad los equipos se abrieron un poco más y comenzó un juego más de ida y vuelta, Croacia de a poco encontró la forma de salir de la presión danesa. Ante ese panorama Perisic y Mandzukic comenzaban a recibir balones y a disparar de afuera del área, mientras Dinamarca buscaba con Eriksen y Poulsen abrir los espacios en una Croacia que se mantuvo sólidad atrás el resto del juego.

Dinamarca ganaba en ataque con la inclusión de Nikolai Jorgensen mientras que Croacia logró encontrar mayor elaboración con la entrada de Mateo Kovacic y así logró presionar al final, pero los 90 minutos culminaron con el 1 a 1 final llegaba el alargue a cargar de emoción un juego táctico y parejo.

El alargue se tornaba intenso, los equipos cada vez se estiraron más buscando la victoria, Kramaric por Croacia y Sisto por Dinamarca entraron a explotar en velocidad los espacios que dejaban sus rivales.

Finalizando el tiempo suplementario Modric recuperó un balón en la mitad de la cancha, habilitó a Ante Rebic que fue derribado por Mathias Jorgensen en el área y el juez Néstor Pitana de Argentina sancionó penal. Al cobro iría el mismo Modric pero su remate fue atajado por Kasper Schmeichel emulando a su padre Peter, el legendario arquero danés que miraba emocionado desde la tribuna  cómo gracias a su hijo se iban ambos equipos a los cobros desde los doce pasos.

Los penales fueron una guerra de arqueros

Subasic no ser menos que Schmeichel y le atajó el penal a Eriksen; pero el danés respondía atajando el disparo de Baldelj. Simon Kjaer y Andrej Kramaric convirtieron luego para Dinamarca y Crocia respectivamente, así como Krohn-Dehli adelantaba a los daneses en el tercer penal de la tanda.

Continuaba el suspenso y llegó la revancha para Luka Modric que convirtió pese a la buena reacción de Schmeichel con los pies. Luego de eso, Subasic volvió a atajarle a los daneses, ahogando el grito de gol de Lasse Schöne, a lo que respondió de nuevo el portero danés con su atajada a Josip Pivaric.

En el último penal, el duelo de arqueros lo ganó Subasic que le paró el penal a Nikolai Jorgensen mientras el portero danés vio como su gran esfuerzo durante todo el partido se multiplicó por 0 cuando Ivan Rakitic sentenció la serie para los croatas.

Después del esfuerzo físico y la ansiedad, los croatas dirigidos por Zlatko Dalic deberán enfrentar a la local Rusia que a primera hora eliminó también por penales a una España que tuvo siempre la intención pero a la que le faltaron las ideas. El juego será este sábado 7 de julio en Sochi, donde los croatas deberán encontrar la llave contra el cerrojo Ruso.