Después de varias sorpresas mundialistas, Brasil y México se enfrentaban por los octavos de final del torneo; los de Osorio querían hacer historia y meterse entre los ocho mejores, mientras que los Cariocas buscaban dejar atrás la mala racha de los favoritos: ya Argentina y España habían dicho adiós en esta ronda.

En los primeros minutos del juego no hubo chances claras para ninguno de los combinados, que se paraban muy bien en defensa para frenar los embates rivales. Sin embargo, la iniciativa la tenían los de Osorio, que aunque no concretaban, sí mantenían la posesión y de a poco generaban un desgaste en la zaga brasileña.

La primera jugada clara para los de Tite llegó al minuto 25, cuando Neymar hizo un enganche desde la banda izquierda, dejó en el camino a dos defensores y remató en un mano a mano contra Ochoa, quien se mostró seguro y atajó el balón. Un par de minutos más tarde, la joya del PSG volvió a aparecer por la misma esquina y le dejó la pelota a Coutinho, pero el hombre del Barcelona la mandó por encima.

Después de un primer tiempo sin mucho por contar, a los cinco minutos de la segunda mitad llegó el primer tanto para los brasileños; William recibió el balón en el área y se lo entregó a Neymar, quien solo tuvo que empujarla para abrir el marcador y acercar a su combinado a los cuartos de final.

Pese a la ventaja para los de Tite, la figura de los mexicanos seguía siendo el portero, quien le ahogó el grito de gol a Coutinho en dos ocasiones manifiestas de gol. El desorden defensivo era la prueba clara del desespero del combinado de Osorio, además de que al minuto 59 ya se habían quemado los tres cambios con el fin de jugarse todas las cartas por el empate.

El tiempo jugaba en contra de México, pues las oportunidades a favor no llegaban, y mucho menos la forma correcta para vulnerar el pórtico de Alisson, quien en todo el compromiso no había tenido mucha participación. Además, Brasil se mantenía en su posición de no quitar el pie del acelerador y buscar el segundo gol para pensar con tranquilidad en los cuartos.

Y faltando apenas dos minutos para terminar el tiempo reglamentario, Neymar desbordó en una contra veloz y se la puso al recién ingresado Firminho, para que el atacante marcara el segundo tanto y acabara con las ilusiones de una selección mexicana que tenía entre ceja y ceja el sueño de los cuartos de final.

Ahora, Brasil espera por el ganador entre Bélgica y Japón, para buscar un cupo entre los cuatro mejores del campeonato, tal y como hizo cuando fue local cuatro años atrás.