Definitivamente la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 nos ha dejado sorpresas y partidos que no olvidaremos fácilmente, y este no fue la excepción, ya que nadie al inicio del encuentro se imaginaría que los japoneses plantaran cara e hicieran pasar un buen susto a los belgas. 

El encuentro en su primera mitad fue sorpresivamente ofensivo para los asiáticos, adelantando líneas y siendo un equipo duro y rápido en ataque, comportamiento que ya habíamos podido notar antes con equipos como Colombia y Senegal. Por su parte los belgas fueron muy fuertes defensivamente y salvo algunas ocasiones creadas por Eden Hazard no hubo más acercamientos al arco 'nipón'. 

El segundo tiempo cambiaría totalmente el rumbo del encuentro ya que temprano, en el minuto 48, Haraguchi aprovechó un error de Alderweider y marcó el 1-0. En Rostov por unos segundos reinó el silencio y luego de la reacción un fuerte grito japonés se alzó al cielo, Japón parcialmente por primera vez en la historia estaba en cuartos de final.

Casi cinco minutos después, en el minuto 52, Sinji Kagawa controlaba de manera magistral un balón aéreo y ponía un pase para Inui, que definió de manera apoteósica al palo izquierdo de Cortuois y marcaba el 2-0. Japón tenía un pie en la ronda siguiente y Bélgica tenía un reto que afrontar, remontar este resultado y hacer historia. 

Hubo 19 minutos de adormecimiento belga y un Japón ofensivo intentando penetrar la defensa de Kompany y Alderweider para sentenciar el 3-0. 

Pero Bélgica no podía quedar fuera de esta Copa del Mundo y en el minuto 69, Vertonghen con un cabezazo que formó una parábola extraña, marcó el 2-1 para darle vida a los 'diablos' y meterlos en el encuentro de nuevo. 

Bélgica adelantó sus líneas y esto dió frutos. En el minuto 74, luego de una buena jugada de Eden Hazard por la banda, Fellaini cabeceó y marcó el 2-2 que pondría el inicio de una épica remontada.

El partido parecía encaminarse a tiempo extra pero Japón apretaba y apretaba buscando sellar una victoria que sería histórica para el fútbol asiático, pero luego de un saque de esquina 'nipón', Courtois se adelantó y se colgó de la pelota, rápidamente el guardameta belga sacó y planteó un contragolpe que sería letal ya que Meunier sacó un clásico pase de la vida que Nacer Chadli aprovechó marcando el 3-2 final que finalizaba uno de los partidos más épicos de esta cita mundialista.