Junior se devuelve con las manos vacías de Brasil. El conjunto barranquillero cayó en la gran final de la Copa Sudamericana ante Atlético Paranaense y tendrá que conformarse con ser subcampeón de esta edición. Si bien, durante la serie mostró mucha superioridad ante el conjunto brasileño, pero los cobros desde el punto penal condenaron a los dirigidos por Julio Comesaña.

El partido inició muy igualado, Paranaense con la lógica que se maneja en esta clase de partidos, inclinó la balanza con el pasar de los minutos, aprovechando que Junior no se acomodaba aún a lo que era jugar en el césped sintético. Tras los primeros 20 minutos, Junior comenzó a llegar a terreno del equipo dirigido por Thiago Nunes, pero justo cayó un baldado de agua fría para el tiburón, porque Jarlan Barrera perdió el balón en una salida y el rebote quedó para Raphael Veiga que habilitó de forma excepcional a Pablo Felipe, que como en el partido de ida, anotó tras quedar mano a mano frente a Sebastián Viera y pondría el 1-0 parcial. A partir de esa anotación, los brasileños le entregaron el balón y la responsabilidad a la visita, que logró rematar en un par de ocasiones, pero no vulneró el arco defendido por Santos en todo el primer tiempo.

Para la parte complementaria, Paranaense saldría decidido a liquidar el partido y Nunes le dio paso a Roni, para buscar más peso ofensivo, sin embargo descuidó la otra zona, la defensiva. Junior también salió con ímpetu y le aplicó la dosis que tanto le gusta usar al 'Furacão': el contragolpe. Luis Díaz era quien más picante le ponía al ataque y el que más desequilibró, sin embargo, fue en una pelota quieta donde Junior lograría empatar gracias a un cobro de Jarlan, que cabeceó Jefferson Gómez en primera instancia y que Teófilo Gutiérrez completó desviando y mandando al fondo de la red para poner el 1-1. Con el pasar de los minutos, los que empezaron a tambalear fueron los brasileños, que no veían la forma de controlar las arremetidas de los rojiblancos. Para su fortuna, ni Luis Díaz, ni Jarlan Barrera, Ni Teo estuvieron finos de cara al arco, por lo que al final de los 90 reglamentarios todo quedó en tablas, yendo todo al tiempo extra.

Los primeros quince minutos fueron relativamente tranquilos, pero daba la sensación de que Junior anotaría en cualquier momento, incluso hubo espacio para la polémica tras una supuesta infracción de Jonathan sobre Yony González, que el árbitro chileno Roberto Tobar no decretó ni utilizó el VAR. En el segundo tiempo extra llegó una oportunidad inmejorable para que Junior inclinara el juego a su favor, cuando Santos derribó en el área a Yony González y el central sí pitara penal esta vez. Quien tomó la pelota fue Jarlan Barrera que mandó el balón por encima del arco, desperdiciando así la forma más concreta de llegar al objetivo.

Todo quedó para definirse en la serie de los penales. El primer cobro fue de Luis Narváez en Junior, pateando fuerte al centro y abajo. Luego Jonathan convirtió e igualó la serie; Gabriel Fuentes falló el segundo cobro para Junior, mientras que Veiga ponía el 2-1. Rafael Pérez, que falló penal en la ida, concretó su cobro y Bergson adelantaba nuevamente a Paranaense. Llegó el turno para Teófilo Gutiérrez que pateó de forma espantosa y la mandó al mismo lugar que Jarlan en el tiempo extra. Renan Lodi tuvo para definir el título y botó el penal. Sebastián Viera le dio vida al tiburón convirtiendo el último penal para Junior, pero luego Thiago Heleno puso el 4-3 definitivo en la serie y le dio el campeonato a Atlético Paranaense.

Junior perdió un cupo directo para la Copa Libertadores 2019, además de la posibilidad de disputar la Recopa Sudamericana ante River Plate, que se consagró campeón de la Copa Libertadores, así como de pelear por la Copa Suruga Bank, frente al campeón de la Copa Japón 2018, Shonan Bellmare. Lo que sigue para el cuadro barranquillero es definir el título de la Liga Águila, que disputa ante Independiente Medellín y en donde lleva una ventaja de tres goles luego de vencerlo 4-1 en la ida.