Una noche fría, así como el fútbol de Independiente Santa Fe, eso fue lo que un poco más de siete mil espectadores sintieron anoche en las graderias del estadio Nemesio Camacho, El Campín. Siete mil valientes que acudieron a lo que esperaban fuera una cita de amor con su onceno y la posibilidad de empezar a mejorar en la consecución de resultados y así ascender en la tabla de posiciones. Sin embargo aquella cita de amor terminó convirtiéndose en una escena de terror y desilusión al ver una vez más como su amado Santa Fe caía en condición de local y una vez más mostrando un juego apático y sin amor propio, algo que para la fiel hinchada cardenal es imperdonable.

El primer tiempo empezó con un juego timorato y excesivamente defensivo por parte de ambas escuadras que sobre el terreno de juego mostraban el temor que sentían y la presión que cargaban sobre los hombros ya que ninguno de los dos equipos resistiría una derrota más. Al minuto 4 una escapada de Baldomero Perlaza más por error de la defensa que por virtud propia permitió ilusionar a los locales. Ilusión que se fue extinguiendo a medida que los minutos corrían y la desidia y la impotencia se apoderaba de los protagonistas.

Fue hasta el minuto 24 que se abrió el marcador después que el juez decretará un penal a favor del conjunto albo luego que en un centro el defensor Juan David Valencia extendiera la mano y cortara un avance del rival, penal claro que capitaliza con gol el delantero Darío Rodriguez de pasado santafereñoasí la visita se va adelante, mientras que Santa Fe, con más ganas que fútbol buscaba igualar el marcador, sin embargo, el primer tiempo terminaría con este marcador y la desaprobación del respetable.

Para el segundo tiempo el juego no tuvo un gran cambio. Si bien Santa Fe se acercaba con posibilidad de empatar, las opciones se desvanecían en los pies de sus delanteros. Ni Carmelo Valencia ni Brayan Perea lograron anotar en arco rival esto le dio aire al conjunto de Manizales, que en el minuto 75 convertía el segundo gol, el definitivo que sepultaba las aspiraciones locales.  

El futuro se puso negro para Santa Fe, negro como el uniforme de su rival que lo hundió en el puesto 19 de la tabla con 6 puntos y con la suerte jugada en este torneo. El clima tensionante entre directivos, jugadores e hinchada no se hace esperar los seguidores del rojo culpan a los directivos en cabeza de su presidente Juan Andres Carreño de las malas contrataciones, poco dignas de un equipo grande, fue precisamente cuando algunos hinchas se dirigieron al palco de Santa Fe a exigir respuestas que al percatarse que el presidente se había retirado al minuto 75 elevaron sus voces de protesta y descontento y a unisono pedían su dimisión.

Lo que viene no es fácil para Santa Fe, ya que el jueves se verá las caras ante su rival de patio Millonarios y todo por ahora es de pronostico reservado para el conjunto albirrojo, mientras sus aficionados esperan que pase pronto este bache futbolístico.