Aunque llegó a la institución verdolaga creando bastante expectativa por su pasado en el Junior de Barranquilla, Vladimir Hernández, tuvo un inicio discreto e incómodo con el equipo, pero con el paso de los partidos se fue adaptando a una posición poco conocida por él, extremo por derecha.

De igual manera, así como de a poco se fue habituando a jugar junto con Déiver Machado, lateral izquierdo, el jugador barranquillero en más de una ocasión se atrevió a liderar las jugadas de ataque, como en el partido contra Cúcuta Deportivo, o en otros partidos, definiendo una opción creada por sus compañeros, especialmente  en la zona de volantes.

Ayer, en un partido definitivo contra Independiente Santa Fe, Vladimir se ganó a pulso la elección como mejor jugador de la cancha, pues no sólo aseguró con el segundo gol la clasificación a la siguiente fase del rentado colombiano, sino que también colaboró en el momento de marcar y hacer constantes sociedades con sus compañeros.

El gol de él, llegaría luego de una salida rápida de Daniel Bocanegra, quien quiso buscar a Pablo Ceppelini, jugador que fue anticipado por un contrario, pero el balón le quedó a Aldo Leao Ramírez, quien con un balón englobado buscó de nuevo al jugador uruguayo, este último controló el balón, se lo pasó a Yerson Candelo, artífice de la asistencia que terminó definiendo Vladimir Hernández, en el arco de Geovanni Banguera.

Luego de esta fase regular del torneo colombiano, queda algo claro: el jugador que llegó creando mucha expectativa a la Liga Aguila y le costó adaptarse a la posición en la que juega, con el paso del tiempo, colaboración de sus compañeros y bastante sacrificio individial, va equilibrando las cargas a su favor, mostrando ese nivel que se le conoció en el Junior de Barranquilla, rápido, habilidoso y difícil de controlar para los rivales