Quizá aprovechando que el país se encontraba inmerso en la Copa América que se disputaba en Brasil, la Dimayor dio a conocer hace unas dos semanas el calendario que se usara para la tercera Liga Aguila Femenina. Sin duda, uno de los aspectos que llamó la atención y molestó a quienes esperábamos el lanzamiento de esta nueva edición fue el hecho de programar absolutamente todos los juegos para que se disputaran los lunes en la noche. Una decisión que "raya" entre lo ilógico e irrespetuoso, y es que en la cabeza de qué dirigente o con qué fin programan los juegos en un día que la asistencia y el interés se verá disminuido en gran forma.

¿Por qué no seguir jugando este torneo como antesala a los juegos de la liga masculina?, lo cual facilitaba la asistencia y daba a conocer mejor el producto del fútbol femenino, esa era una de las dudas que rondaba en la cabeza de los aficionados al deporte. Sin embargo, al siguiente día del escándalo la Federación salió a negar que los lunes se fuera a usar como fecha para los enfrentamientos, ante lo cual quedan más dudas que respuestas. Los directivos no sabían que el lunes es un día poco "futbolero" o querían pasar de "agache" y esto no es más que un juego de ajedrecista, una idea "maquiavélica", con la idea de acabar definitivamente con el Torneo Femenino y darle un entierro de quinta categoría.

Y lo hicieron con la idea de probar el ambiente, como esperando qué opinión se generaba entre el público y si al final no pasaba nada lo dejarían con esa idea de fútbol femenino los lunes, y así clavar una puntilla más al ataúd del fútbol femenino. Ya que siendo sinceros poco se ha visto el apoyo real y desinteresado por parte del estamento que dirige el Fútbol Profesional Colombiano y al parecer solo están buscando la forma de declarar la muerte sobre un torneo que empieza a agonizar.

Unos hombres…poco caballeros

En febrero de este año empezaron a destaparse los comentarios malintencionados, con doble sentido e indecoroso de algunos miembros de la Selección Femenina De Fútbol en contra de jugadoras y de asistentes del cuerpo técnico.

Las primeras en hablar fueron las jugadoras Mellisa Ortiz e Isabella Echeverry las cuales a través de sus redes sociales daban a conocer su descontento por negligencias, mal manejo y condiciones precarias a las que habían sido sometidas en viajes con la Selección Colombia, sus denuncias sirvieron como aliciente para que otras jugadoras dieran a conocer denuncias por acoso sexual y acoso laboral en diversas categorías de la Selección Colombia.

Así es, la bola de nieve llamada escándalo iba creciendo, a las ya serias denuncias de desigualdad laboral y deportiva se sumaban los casos de acoso sexual.

Las Denuncias

La fisioterapeuta Carolina Rozo y la jugadora Angie Cano de la Selección Colombia sub 17 que participaron en el mundial juvenil de Uruguay en el año 2018 presentaron denuncia oficial ante la Fiscalía General de la Nación en contra del entrenador Didier Luna y Sigifredo Alonso quien se desempeñaba como preparador físico.

Entre las múltiples entrevistas concedidas por la señorita Rozo, se conocieron aspectos del día a día en las concentraciones. Entre los aspectos que más se resaltaron y más estupor crearon fueron los comentarios y frases de doble sentido usadas por el director técnico, así como del silencio generado por parte de los jefes superiores, quienes recibieron la queja del asunto, como lo fue el encargado médico de la selección de mayores, el Doctor Carlos Ulloa. "Se lo conté y no le dieron importancia. Se disculparon y me dijeron que iban a hablar el tema. Pero todo el cuerpo técnico se puso en contra mía", afirma Rozo. 

Se me acercó a la hora del almuerzo y me dijo: “Esta es la mujer que quiero para mí, no te descuides porque te voy a robar un beso”. Después vino a mi cuarto y me dijo: “yo te estoy hablando en serio, quiero que seas mi amiga especial, me apuntó con su dedo al escudo de la Federación y me dijo que podía darme todo lo que yo quisiera”. Al negarme empezó a sabotear mi trabajo, a generarme más carga laboral y a gritarme en los entrenamientos, comenta Rozo, ante las denuncias. 

En el caso de la jugadora quien puso la denuncia fue su padre Jhon Cano quien contó que cuando hablaba con su hija en las concentraciones ella le decía que no podían hablar mucho porque la tenían vigilada. Al regresar a Colombia le contó a su padre que el preparador físico Sigifredo Alonso, intento entrar a la habitación por la fuerza y abusar de ella.

Su denuncia fue ratificada por Rozo quien contó que a la jugadora la habían ubicado en una habitación contigua a la de Alonso y que se comunicaba con una puerta. Además de estas denuncias vinculadas a la selección, se han conocido más delitos contra jugadoras de fútbol, entre ellas una menor de 14 años que fue abusada por un entrenador quien ahora se encuentra en prisión.

Foto: Colprensa
Foto: Colprensa

Cuando la cabeza está “podrida”

Bueno, pero es muy difícil que el fútbol femenino en cualquier categoría funcione si desde la cabeza del estamento, es decir, desde La División del Fútbol Colombiano los directivos que deben ser guías y precursores, son los primeros en salir con comentarios desatinados e irrespetuosos, recordemos que el pasado 18 de diciembre de 2018 el máximo accionista y dueño del Deportes Tolima, Gabriel Camargo realizó un pronunciamiento que generó polémica a nivel nacional cuando el dirigente afirmó: “El fútbol femenino es un caldo de cultivo para el lesbianismo”, además desvirtuó el fútbol femenino, quitándole la importancia al torneo colombiano en su categoría y aseverando que las mujeres futbolistas son más alcohólicas y vagas que muchos hombres.

Una expresión que demuestra la ignorancia de los directivos y que se recalca con que La Federación Internacional De Fútbol Asociado -F.I.F.A- en el Congreso realizado el 10 de noviembre de 2012 en la ciudad de Londres y por medio de un decreto oficial de esta organización declaró, “Está prohibida cualquier discriminación en cualquier país, individuo o grupo de personas, por su origen étnico, sexo, lenguaje, religión, política o cualquier otra razón. Y su falta es punible con suspensión o exclusión”. La anterior resolución y sanción es válida para hinchas, jugadores, árbitros directivos y cualquier persona asociada al fútbol a nivel mundial.

Teniendo en cuenta lo anteriormente citado me pregunto, ¿por qué después de siete meses no hubo una sanción para el senador Camargo y todo quedo en silencio?, tan solo con una lánguida declaración muchos días después todo olvidado y solucionado. No solo fueron las declaraciones también fueron las excusas que solo sirvieron como una falsa mea culpa. Error, tras error, tras error y las soluciones no se ven.

Entonces recapitulando tenemos: Desorganización administrativa, campeonatos mal elaborados, acoso sexual y laboral, que sea dicho de paso se encuentra en investigación. Falta de apoyo económico y gerencial.

Esos son los problemas y ¿las soluciones?, obviamente se necesita acabar con el mandato de directivos "machistas", poco interesados en el fútbol femenino y que solo buscan sacar ganancia económica y sexual de esta categoría. Es ahí cuando el Gobierno debe hacerse presente y apoyar el fútbol colombiano y en general cualquier deporte que quiera ser practicado por niñas y mujeres, "dejemos de verlas como el sexo débil".

Ya han demostrado hasta el cansancio que tienen las mismas capacidades que cualquier deportista, ellas, así como cualquier otro lo que necesitan es apoyo, el apoyo hacia el deporte, o hacia cualquier actividad, que al final es la mejor forma de encontrar la paz que en este país tanto se pregona.

Cuestión de números

¿Qué el fútbol femenino no da ganancias?, "que eso poco lo ven", "que la gente no va a ver fútbol de niñas". Estas frases son típicas de los directivos y en general de mucho hombre promedio que aun ven en el género femenino una desventaja cuando de fútbol y atractivo publicitario se trata. Pero como esto no es retórica y verso, voy a citar  unos ejemplos que demuestran lo rentable del fútbol femenino.

1. El juego inaugural entre Francia y Corea Del Sur tuvo un total de 11 millones de espectadores, la audiencia más alta en la historia.

2. En Brasil en plena Copa América el juego entre Brasil y Venezuela en hombres, tuvo una audiencia del 52%, mientras que Brasil vs. Italia en femenino tuvo 46%, casi un empate técnico.

3. La B.B.C informó que el juego entre Inglaterra y Estados Unidos tuvo una audiencia de 12 millones de personas, siendo la más alta del presente año.

4. La final entre Santa Fe vs. Atlético Huila en el primer torneo femenino tuvo una asistencia de 33.327 espectadores. Todo un récord.

Foto: Independiente Santa Fe
Foto: Independiente Santa Fe

Si bien es imposible comparar un torneo de clubes con un mundial de la categoría, si se puede demostrar que el producto del fútbol femenino, como cualquier otro, con directivos serios e interesados y con una publicidad interesante, puede generar ganancias y crecimiento económico y deportivo, tan grande e importante como el del fútbol masculino. Al fin de cuentas es una misma pasión, una pasión llamada fútbol.

Estamos a días de comenzar La Liga Aguila Femenina, con lo que se espera se de el apoyo que necesitan las futbolistas y el torneo, para que así tome la fuerza y el respeto que tiene la Liga Masculina y que a partir de 2020 se juegue un torneo largo, donde a su vez le brinde seguridad y estabilidad a las futbolistas.