Un decisivo partido asumía Colombia frente a Chile, a 90 minutos de la clasificación o eliminación, con el plus que el empate lo metía en la próxima fase. Nuevamente el Hernan Ramírez Villegas de Pereira le cumplió a los locales abarrotado amplios sectores de las graderías. 

De entrada Chile se acomodó mejor, salió a buscar el arco colombiano generando peligrosidad en algunos acercamientos, le hacia lucir desguarnecida a la selección local en ciertos pasajes, sumado que cuando Colombia intentaba salir con balón dominado los chilenos cortaban el juego con faltas repetitivas, una constante que se visualizó a lo largo del partido que contó con la permisividad del juez de la contienda quien dejó pasar varias situaciones en las que los chilenos debieron irse amonestados con cartulina amarilla.

Los directores técnicos movieron los bancos, cada uno con intenciones de acoplar ciertos sectores en cancha e intentando desequilibrar el marcador, lo ultimo en mención nunca fue posible ya que la igualdad sostenida sin goles permaneció hasta el pitazo final del duelo entre cafeteros y australes. Chile mostró más ímpetu, era quien requería de la victoria para avanzar en tanto que Colombia se abroqueló formidablemente en zona defensiva.

En ofensiva los dirigidos por Arturo Reyes no fueron contundentes en los duelos contra la defensa chilena y dilapidaron las opciones de gol que tuvieron. Un Jorge Carrascal luchador presionando la salida y corriendo cada pelota fue uno de los más destacados del juego por el bando tricolor. 

Colombia logró el paso a la siguiente con 7 puntos en la casilla dos del grupo A, producto de dos victorias ante Ecuador y Venezuela respectivamente más el empate reciente ante Chile. Ahora se viene el reto más complejo pero los muchachos deben guardar la concentración que es clave en este tipo de competencias. Está más cerca el sueño de Tokio 2020, sin embargo, hay que jugar primero y no caer en triunfalismos.