En una tarde primaveral, de esas que engalanan los domingos al 'Coloso de la 74', Atlético Nacional recibió en casa a Boyacá Chicó. Con una suma de 30.054 espectadores en las tribunas, y un poco más fuera de ellas, el equipo que dirigía en ese entonces Reinaldo Rueda, demostró supremacía y jerarquía para hacer un hito de fútbol, elegancia y ganancia.

Con una nómina de talla, llena de grandes jugadores como lo son Camilo Vargas; Gilberto García, Francisco Nájera, Óscar Murillo, Farid Díaz; Alexander Mejía, Sebastián Pérez, Alejandro Guerra, Yimmi Chará; Marlos Moreno, Jefferson Duque. Nacional logró una importante victoria que lo fue llevando por senderos de gloria hacia la obtención del título de campeón de la Liga Aguila 2015-II.

Durante los primeros 45 minutos del compromiso, el equipo visitante no llegó una sola vez a predios del guardameta Camilo Vargas. Por su parte, Nacional aprovechó el déficit posicional del equipo de la ciudad de Tunja, y seguidamente comenzó a hacer magistrales jugadas tácticas entre sus jugadores para llegar rápidamente al arco que defendía el arquero tolimense José Huber Escobar.

Por fortuna de Nacional, estas jugadas salieron bien y en las cinco llegadas que tuvieron al arco rival lograron anotar. Jefferson Duque (10′ y 34′), Gilberto García (20′), Sebastián Pérez (29′) y Óscar Murillo (41′) fueron los jugadores que durante 45 minutos hicieron vibrar el Atanasio Girardot a ritmo de goles y cánticos llenos de gran alegría que sentenciaban un increíble resultado.

La noche caía, el ambiente en el estadio era único, irrepetible e inolvidable, los hinchas del 'Rey de copas' estaban viendo a su equipo jugar bien y ganar, dos particularidades que actualmente están ausentes. Es complejo encontrar un equipo que gane, guste y golee, pero Atlético Nacional cumplió con esos tres requisitos, requisitos que meses después lo llevaron a consagrarse campeón del continente.

El club verdolaga bajó la guardia por un momento y permitió un gol insulso, balón rematado sin mucha fuerza por Francisco Rodríguez, que rebotó en Alcatraz y luego en Davinson Sánchez para descontrolar a Camilo Vargas y así marcar un gol en contra. De esa manera, Chicó consiguió el único tanto de la noche.

A medida que pasaban los minutos, Nacional logró recomponerse de dicho error y comenzó a capitalizar las debilidades del rival, teniendo visión periférica del juego y leyendo los espacios dentro del terreno de juego para saber porque sectores de la cancha transitar el balón. Faltando 4 minutos para terminar el compromiso, Orlando Berrío (86′) fue el encargado de sellar la cuota goleadora del equipo local.

Con seis goles a favor y uno en contra, hinchas y dirigentes del equipo de la capital antioqueña cerraron de la mejor manera la fecha dominical. Vieron jugar, golear y ganar al equipo de sus amores. ¡No hay mejor sensación! Sin duda alguna, Nacional querrá repetir esta hazaña, pero esta vez en tierras ajenas, en condición de visitante.