Aldo Antonio Bobadilla, considerado ídolo del equipo. En el año 2009 tras una gran campaña del equipo rojo, el equipo salió campeón y fue amplio dominador de dicho torneo, teniendo al goleador del campeonato y sacando como figuras a varios de sus jugadores.

Después de casi una década fuera del equipo, el arquero paraguayo fue anunciado con bombos y platillos como el nuevo técnico del DIM el día 4 de septiembre de 2019, recibió a un equipo en cuartos de final de la Copa Aguila y en la mitad de la tabla de la Liga local. Al finalizar la temporada, el rojo no clasificó a los playoffs de Liga, pero se llevó la Copa y la clasificación a la fase previa de la Copa Libertadores.

Se pensaba que con la clasificación a la copa internacional, el equipo pensaría en preservar su plantilla y reforzar las zonas en las que el equipo se veía más flojo, pero contra todo pronóstico, 6 jugadores considerados titulares y base de la columna vertebral del equipo, salieron. En cuanto a los refuerzos que llegaron, sólo dos eran hombres que podrían marcar diferencia, el volante Javier Reina que llegó e hizo buena dupla con Andrés Ricaurte y Juan Fernando Caicedo que ya tenía historia con el equipo.

Los pecados del ídolo

Hasta el final de la temporada 2019, Bobadilla vivió un regreso de ensueño, pues cogió un equipo en problemas y lo sacó campeón, además de clasificarlo al torneo internacional más importante del continente. Pero a partir de la construcción del nuevo proyecto 2020, empezó a reunir una serie de errores que terminaron por llevarlo a la situación que se vive hoy en día entre él y la hinchada.

Permitir tantas salidas en su equipo

El primer error fue dejar que desbarataran un equipo que tenía buena proyección y no exigir que se reemplazaran con hombres importantes o por lo menos aportantes en esas posiciones. Se debe sumar a eso, que recibió y ‘pidió’ jugadores desconocidos y/o de muy mal nivel, que no lograron nunca afianzarse en la titular del equipo, en el cual terminaron jugando juveniles como Juan Manuel Cuesta, Mauricio Cortés, Steven ‘Titi’ Rodriguez y ‘Shirra’.

Aun así, el equipo poderoso logró clasificar en las dos rondas previas de la Libertadores y se instaló en el grupo H junto a Boca Juniors, Libertad y Caracas F.C., aunque perdió los dos primeros partidos del grupo. En la Liga local, se ubicaba a 5 puntos del primero, todo esto sucedió hasta que llegó la pandemia global.

Lo segundo, se repite la historia de las altas y bajas en el equipo, durante la pandemia el equipo permitió la salida de jugadores experimentados como Hernán Pertúz, Juan Caicedo y el más importante Andrés Ricaurte, la cabeza del equipo, pero en altas no llegó nadie que pueda dar aporte significativo al equipo, de nuevo Aldo recibió jugadores sin ritmo y técnicamente de bajo nivel, aceptó juveniles que nunca habían debutado en primera y los puso por encima de los juveniles que ya tenían minutos en el equipo. Pero lo que más dejó ‘indignada’ la hinchada, es la poca o nula gestión por jugadores que querían llegar al equipo y no fueron aceptados como Christian Marrugo y Jackson Martinez, jugadores campeones y amados por la hinchada poderosa.

Respaldo a la dirigencia actual

En una reunión de la dirigencia y la barra popular más importante del equipo, el técnico cometió sus próximos dos errores, el primero fue respaldar y apoyar la dirigencia, que días atrás había compartido a la opinión pública, el proyecto deportivo que tenían y era basado en las fuerzas básicas del equipo, hecho que daba a entender que no se iba a contratar a nadie más para este semestre y que estaban conformes con el paupérrimo equipo que se tenía, además hizo algo más grave, públicamente anunció que todo lo que sucediera era responsabilidad de él y en ese orden de ideas, respondería por todo lo sucedido.

Problemas con la prensa

Desde que comenzó el declive del equipo al principio del año, el técnico del sur del continente empezó a tener roces con algunos periodistas en las ruedas de prensa, que se llenaban de silencios, respuestas groseras y tensión, lo cual fue deteriorando su relación con la prensa paisa y terminó condenandolo a su quinto error y fue el divorcio con los periodistas deportivos de la ciudad, los cuales lo tienen (como algunos lo dicen en sus cuentas de twitter) como irrespetuoso, agrandado, grosero y más calificativos que no lo dejan bien parado.

EL último error del Bodadilla fue la titular con la que salió a enfrentar el primer partido "post pandemia". El técnico tuvo que realizar dos cambios antes de los 30 minutos cuando ya perdía 0-2 y además los cambios que hizo no le dieron resultado, pues cabe recordar que tiene una nómina muy limitada y que no tiene mucho de donde escoger para revertir una mala situación.

Ahora juntemos todos estos errores y tendremos un resultado muy predecible, el hincha rojo se cansó de que su timonel cometa errores graves, que hacen perder puntos y que desesperan a los aficionados. Es apenas normal que se vea en redes sociales, mensajes pidiendo la cabeza del técnico y culpándolo de todo, cuando en mi opinión es otra víctima de la mala gestión dirigencial del equipo.