Millonarios regresó después de más de cinco, casi seis meses de para y disputó tres partidos en el mes de septiembre. Había mucha incertidumbre, ya que el arranque de este nuevo ciclo no había sido el mejor. Sin embargo, la fe estaba puesta en Gamero y sus dirigidos para revertir la situación.

El primero de los encuentros fue el clásico añejo del FPC, frente al Deportivo Cali en Palmaseca. Pese a que los jugadores y cuerpo técnico no tenían tantas sesiones de trabajo, demostraron un gran nivel en este encuentro, puesto que en varios pasajes del encuentro Millos dominó y si no era por el arquero del Cali, se llevaba los 3 puntos. Finalmente, el resultado fue un empate que dejó buenas sensaciones, sobretodo por el comportamiento del medio campo.

El 19 de septiembre del 2020 fue la fecha para la vuelta de Millos a su casa, 'El Campín' y el rival sería Once Caldas. El equipo tomó rápido la ventaja, tras un gran pressing que permitió la llegada en soledad de Juan Camilo Salazar para anotar el primer gol del encuentro. Pese a esto, el equipo se vino abajo tras el empate del ex – delantero azul, Roberto Ovelar. A paritr de allí, los de Gamero fueron un mar de lágrimas. Imprecisión en los pases, falta de sincronía en la defensa, un equipo muy largo y sin duda alguna, la carencia de ese “volante 10” que se adueñe del balón y dicte el tempo del partido. El resultado final fue un 1-3 a favor del visitante. Hasta ahora, el peor partido desde el regreso de Millonarios a competencia.

Se dice que los clásicos son esos partidos que le permiten a cualquiera de los equipos, cambiar el “chip” y despegar, pero lamentablemente y pese a tener un buen partido, Cristian Bonilla, el arquero de Millonarios, regaló el empate de Santa Fe en la última jugada y se perdieron dos puntos. Aún así, Gamero mostró la mano por la cual ha sido uno de los técnicos más reconocidos en Colombia. Empezó por el lateral derecho, sacó a Perlaza por Andrés Román quien fue clave en la zona defensiva, ya que se mostró sólido y sin problemas. Sentó a Ayron para así formar una línea de 4 en el medio campo que permitió controlar el partido. La inclusión del canterano, Stiven Vega, fue clave. Él y Duque fueron ese doble pívot, permitiendo que Pereira se soltara un poco más. Tanto así que fue quien marcó el gol, tras un gran centro del siempre resistido, Felipe Banguero, quién jugó un excelente partido. Versión 2017.

La clasificación está seriamente complicada, y es casi imposible. Por ende, Gamero debe concentrarse en mantener el nivel mostrado en el clásico de cara al próximo año, ya que fue el mejor rendimiento que ha tenido post-pandemia. Igualmente, es necesario que el técnico se fije en aquellos jugadores que siguen en un nivel paupérrimo y pensar en posibles refuerzos. Sin dudar, Hay fe en el Profesor Gamero y ciertos jugadores.