El equipo dirigido por Hubert Bodhert salió al terreno con mucha timidez, no fue la intensidad adecuada para el inicio del juego, caso contrario del conjunto matecaña que salió con un ímpetu abrumador, logrando así a los dos minutos del primer tiempo un gol de camerino.

Deportivo Pereira logró maniatar al conjunto de Manizales todo el primer tiempo, sin embargo, en asociaciones el Once Caldas tuvo dos opciones claras de gol, por parte de Sebastián Hernández y Dayro Moreno respectivamente. Aun así, los visitantes lograrían sacar una ventaja de dos goles, esto producto a una acción de balón parado, en la cual el arquero Sergio Román cometería un error, dejando al jugador Danny Cano frente al arco con la portería vacía.

Así pues, finalizaría un pésimo primer tiempo, con un Once Caldas abajo del marcador. Jugadores como Juan David Rodríguez y Robert Mejía no aportarían lo que se esperaría de ellos en esta primera parte, teniendo un balance negativo en general todo el equipo, no se veía por donde hacerle frente a este ordenado Deportivo Pereira.

Empezaría el segundo tiempo muy parecido al primero, un equipo visitante manejando los hilos del partido, y un equipo local siendo sometido, esta seria la constante del juego hasta el minuto 70, en donde el blanco blanco conseguiría el descuento, mediante un contra golpe comandado por David Lemus que el mismo concretaría, Once Caldas se acercaría en el resultado. Desde ese momento, se le vio una actitud y disposición diferente al equipo. En los últimos 20 minutos, los locales meterían atrás a los visitantes que se dedicaban solo a cortar el juego, y rechazar.

Por su parte, el equipo de Manizales con mucho empuje, pero con poco futbol, trataba de acercarse al arco contrario, tirando pelotazos al área, ganado tiros de esquina, no fue un partido en donde se desbordaran las ideas, pero el amor propio nunca falto, es de resaltar que el Once Caldas, pese a que sus jugadores se encontraban “brujos” con mucha gallardía y carácter, lograron rescatar un punto al minuto 96 de juego, en donde un cabezazo de Roberto Ovelar dejaría mano a mano a Mender García quien sellaría el empate  definitivo en el Estadio Palogrande.