Millonarios no vive la realidad que su historia y relevancia amerita, se encuentra jugando la Liguilla de equipos eliminados en busca de un cupo a la Copa Sudamericana 2021, aunque el equipo embajador juega muy bien, gusta, y golea, no está disputando las finales que le darían la posibilidad de luchar por una nueva estrella. 

El equipo que hoy dirige Alberto Gamero, debe visitar a Patriotas en Tunja, donde querrá ganar los tres puntos que lo dejen a un paso de la siguiente ronda de la Liguilla. 

El 5 de noviembre del año 2017, la realidad era completamente diferente, Millonarios, dirigido por Miguel Ángel Russo, se encontraba en la zona alta de la tabla, con la clasificación casi en el bolsillo, el objetivo de los albiazules era ir a tierras boyacenses en busca de una victoria, que confirmaría su presencia en finales, y les aseguraría ser cabezas de serie. 

El equipo capitalino tenía un presente envidiable, llegaba con un invicto largo por Liga, y pese a que el Estadio La Independencia de Tunja, ha sido un escenario donde los embajadores suelen sacar buenos resultados, este partido en particular no iba a ser fácil, al minuto 34 Patriotas se podría en ventaja, por medio de Omar Vázquez, quien tenía pasado glorioso en el azul, decretada el primero desde el punto penal. 

El primer tiempo se iría así, Millonarios perdía en su visita, y si no quería arriesgar su puesto en los primeros cuatro del campeonato tendría que remontar. 

Al empezar el segundo tiempo, rápidamente Millonarios marcó la igualdad en el marcador, al minuto 50 Ayron del Valle era el encargado en poner el uno a uno, después de un gran centro de Juan Guillermo Domínguez desde el tiro de esquina, el goleador del plantel bogotano cabeceaba en al primer palo y cambia la cara de todos los hinchas que habían llegado a Tunja. 

El partido entre en un limbo, donde se jugaba menos de lo que se trababa, ninguno de los equipos era claro dominador del compromiso, hasta que en una presión alta de Millonarios al minuto 67, Jhon Duque recuperó el balón en zona alta y asistió a Santiago Mosquera, quien cruzó el balón y puso el segundo para los visitantes, con esto los azules aseguraban ser cabezas serie y se presencia en finales era un hecho. 

Después del segundo tanto, Millonarios cerró el partido y la poca productividad ofensiva de Patriotas facilitó el trabajo de los embajadores, que sin muchos problemas logró traer los tres puntos a la capital. 

Con esta victoria Millonarios seguía invicto, y su racha positiva ilusionaba a todos los azules a ganar la estrella 15, que después de siete partidos iba a llegar para adornar el escudo y darle una sonrisa a todo el mundo que grúa alrededor de los albiazules.

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