Con un marcador de 2-1 Junior de Barranquilla se quedó con los tres puntos en casa, en un agonizante juego que terminó con 10 hombres en cada escuadra, producto de expulsiones.

Si bien en el primer tiempo se fueron con el arco en cero, para el segundo tiempo ambos intentarían subirse en el marcador, quien pegó primero fue Junior con un gol bien elaborado de Miguel Ángel Borja, sin embargo, los americanos lograron empatar el juego, con anotación de Santiago Moreno.

“Nosotros teníamos claro que ellos iban a salir a presionarnos y ya teníamos definido como mover la pelota y que espacios nos iban a dejar ellos. Quizá cuando nos igualamos 10 contra 10 el equipo entendió que no era a través de la velocidad, ni a través del contrataque sino a través de la elaboración del juego y empezamos a encontrar los espacios que nosotros queríamos encontrar”, expresó el entrenador.

De esta manera, los barranquilleros fueron capaces de volver a tomar el mando dentro del terreno, teniendo de su lado la posesión de la pelota, tal como lo manifestó el antioqueño: “El problema fue que no agarrábamos la pelota. Queríamos hacer un 4-3-2, con Teo (Gutiérrez) delante de esa línea de tres, pero no agarrábamos la pelota. Cuando ellos nos empatan volvimos a agarrar la pelota y volvimos a respirar”.

Fueron muchas las ocasiones de gol creadas, pero infortunadamente no se concretaba ninguna. “Desgraciadamente estamos creando muchas ocasiones y estamos quedando cortos en el resultado. Hoy merecimos un gol más”, aseguró el profesor. 

Luego se empezó a mover el banco y se iniciaron los cambios, que en un principio se tornaron un poco atípicos, ya que no parecieron dar resultados, por lo que el entrenador explicó lo siguiente: “Desafortunadamente hay veces que parece que los cambios son buenos cuando el que entra hace correctamente el trabajo y no es así. Cuando hacemos un cambio lo hacemos con la intención de refrescar al equipo o aguantar la pelota, solo que hay veces que no salen las cosas como queremos. La idea era liberar las bandas y obligarlo a tirar centros (Ángel), era básicamente eso, refrescar al equipo y aguantar más la pelota, que fue lo que no hicimos cuando se hicieron los cambios”.

Finalmente, casi sobre la hora, el equipo logró conseguir una falta cerca del área chica y fue Sebastián Viera el encargado de cobrarla, ratificando que es especialista en este tipo de jugadas, envió la pelota al fondo de la red en el costado derecho del también portero Graterol, quien quedó atónito en medio del arco. Fue así como consiguió la victoria el cuadro tiburón.

“Me parece que el equipo fue capaz de encontrarse nuevamente. Dentro de las cosas que me gustan es que este equipo hay momentos que es brillante a la hora de circular el balón. Vamos caminando. Estos juegos antes rivales directos siempre son complicados. Lo bueno es que las victorias nos permiten mejorar con más confianza. Repetimos cosas del juego anterior y este es el camino”, concluyó Perea.

Hasta el momento, los rojiblancos suman tres victorias consecutivas, siendo lideres con puntaje perfecto. En la próxima jornada, visitarán a La Equidad, probablemente en la ciudad de Bogotá, a la espera de la confirmación de si podrá usar su estadio.