
El primer punto que hay que destacar es el enorme nivel de muchos jugadores de Nacional. Jarlan Barrera anda jugando a lo que él quiere. Geisson Perea volvió a ser el defensa que se vio en Deportivo Pasto. Sebastián Gómez le regresó a Nacional el orden y la dinámica en media cancha. Danovis Banguero da seguridad en defensa y apoya en ataque. Yerson Candelo cubre todas las posiciones en la banda derecha. Y me quedo corto nombrando únicamente a estos jugadores, ya que el rendimiento colectivo e individual en los últimos partidos ha sido espectacular.
Atlético Nacional salió con un 4-3-3 al Defensores del Chaco. Al principio del partido no se le vio dominando el juego, pero tampoco se le vio incómodo. Analizó al rival, identificó sus falencias, lo dejó expuesto y le atacó.
El primer gol surgió de una jugada por banda derecha que centró Yerson Candelo, y que Jarlan Barrera logró concretar tras un rebote de Villalva. Después del gol, Nacional no perdió la calma, mantuvo el control de la pelota y se acercó de a pocos, tejiendo jugadas y sometiendo al rival hasta incomodar y obligarlo a salir.
En el segundo tiempo Nacional se vio mucho más cómodo. Un gol mal anulado por el juez de línea, dejó en evidencia el gran trabajo que ha venido haciendo Gimarães. Al mejor estilo del Atlético Nacional del profesor Rueda, los verdolagas nos deleitaron con una gran secuencia colectiva, triangularon, arrastraron marcas, jugaron a primera intención, y filtraron un enorme balón con Sebastián Gómez a Jonatan Álvez, el cual terminó en lo que habría sido el gol del año para Nacional.
El orden en el medio campo y la defensa fue fundamental. En los momentos del partido que Guaraní tuvo la pelota, Atlético Nacional realizó un excelente trabajo en defensa. Cada jugador entendió su rol en la cancha: cubrieron las espaldas de sus compañeros, realizaron los relevos a la perfección, dosificaron las cargas y no hicieron desgastes innecesarios, jugando con la necesidad y el desespero del rival.
El último gol no tiene otro nombre distinto a justicia. Es cierto, no podemos llevar al absurdo la victoria de Nacional. Hoy Nacional no fue el Bayern Múnich. Hoy Nacional no te creó veinte opciones de gol. Hoy Nacional no tuvo un 90% de posesión. Hoy Nacional no goleó. También le crearon opciones de gol, que eso sí, las supo controlar para que estas no terminaran concretadas en un gol. Pero lo que sí hay que reconocer, fue el brillante partido que jugó el día de hoy Nacional, donde sacó su jerarquía, controló al rival y ganó con contundencia.
Se vienen partidos complicados: Junior de Barranquilla, Millonarios y Jaguares de Córdoba, por Liga local y el partido de vuelta contra Guaraní. Las rotaciones serán necesarias. El equipo tendrá que priorizar algunos partidos. No podemos criticar y crucificar al equipo si el día de mañana no gana alguno de estos partidos.
El trabajo del profesor Guimarães nos ha mostrado mucho más que lo que vimos en los últimos tres años en Nacional. El buen ambiente al interior del club se siente. Pero lo más importante, es que jugadores con mucho talento están recuperando su nivel, y están mostrando su mejor cara en lo que se podría decir es el Nacional que todos esperamos ver.
Por último y para ya dejarlos, se están volviendo muy recurrente los malos arbitrajes en contra de Nacional. Quizá hoy no, pero en otro partido podrían llegar estos errores a ser determinantes en el marcador.
