En Montería se jugaba un duelo clave en la lucha por la clasificación a los play-offs. El local, Jaguares, dependía de una victoria para no desechar la posibilidad de clasificar, mientras que América, como equipo grande que es, debía recomponer el camino y reencontrarse con la victoria para depender de si mismo en la última fecha y poder clasificarse. Además, minutos antes de iniciarse el juego Medellín había empatado con Alianza Petrolera, algo que tranquilizaba a ambos conjuntos pues el poderoso también dependerá de lo hecho por América ahora.

Pero contrario a las expectativas, América volvía a demostrar un juego completamente sobrio, sin ideas, contundencia y con un planteamiento que desde el inicio ya dejaba muchas incertidumbres en su hinchada y medios generales. América saltó al terreno sin un delantero de referencia, utilizando como es ya costumbre a Lucumí, Duván Vergara y Santiago Mosquera en un tridente ofensivo con llegada, pero que ya quedó demostrado no generar mayor preocupación para la defensa rival.

Así se iría la primera mitad, con apenas un tiro a puerta pero con una posesión del 68%. Para el inicio de la segunda mitad no llegaron los cambio como muchos pensaban, y aunque la idea de Juan Cruz era seguir tratando de utilizar el ya nombrado tridente ofensivo, el bajo nivel de Stiven Lucumí empezó a notarse más, algo que Jaguares aprovechó para poder atacar por esa banda en la que además estaba Pablo Ortiz (Central por naturaleza pero que el DT utiliza como lateral izquierdo).

Sólo hasta el minuto 70 entró un delantero centro, Adrian Ramos. Y aunque en el segundo tiempo América pudo llegar mas al arco de José Chunga, la gran figura terminaría siendo Joel Graterol, guardamenta escarlata. El joven arquero venezolano terminó el partido con seis atajadas y con tiros desde todos los ángulos y potencias. 

Así, al América solo le sirve ahora ganar en la última fecha contra Tolima en el Pascual Guerrero, pues su situación en la tabla quedó más que comprometida siendo octavo con 26 puntos, los mismo que DIM. Sumado a este complicado partido, se le suma los diablos rojos el inicio de la Copa Libertadores en dos semanas, en el que recibirá primero  Cerro Porteño y luego visitará a Atletico Mineiro. Un calendario demasiado complicado que hará prácticamente hacer que América se decida por cual torneo pelear y cual dejar a un costado.