Noche fría en el corregimiento de Palmaseca, cancha húmeda y los 22 jugadores listos para un partido que prometía. El central Jhon Alexander Ospina hizo sonar su silbato y el último partido de la jornada dominical, entre Deportivo Cali e Independiente Medellín arrancaba. Ya a los tres minutos había un jugador poderoso amonestado (Germán Gutiérrez) y todo pintaba para un partido con los ánimos arriba. Todo quedó en promesas, en el primer tiempo hubo pocas acciones claras de gol y, por ende, poca participación de los goleros.

Los locales estuvieron cerca de quedarse con uno menos por una falta peligrosa de Gutiérrez, que ya tenía amarilla. Ya se había quemado una parte de la primera mitad y el central había cometido unos cuantos errores, pitando u omitiendo faltas, interpretando mal el reglamento y desde el VAR se contagiaban de a poco de las malas decisiones del caleño que dirigía el compromiso. El partido, en su primera etapa, finalizó sin contratiempos y sin goles.

Segundo tiempo polémico

El técnico azucarero, Alfredo Arias, movió una pieza antes de dar inicio a los segundos 45 minutos, Franco Torres ingresó por Kevin Velasco. El argentino mostró destellos de buen fútbol, pero nada que pudiera inquietar a la defensa paisa. Una vez completada la hora de juego, los técnicos movieron los bancos e ingresaron tres nuevos jugadores. Por parte del conjunto verdiblanco ingresó un joven debutante y en el DIM entraron Javier Reina y David Loaiza. El partido fue creciendo en intensidad, las entradas eran más duras, el roce era más constante y el arbitro daba licencia para que los jugadores realizaran esas entradas. Poco después, Hernan Dario Gomez realiza un cambio que fue primordial en las filas del onceno rojo de la montaña, Diber Cambindo ingresó y le dio mas velocidad al ataque de los locales.

Restaba poco más de 20 minutos para el final del encuentro, tiro de esquina para el Deportivo Cali. Centro al área del Medellín, cabeceó Marsiglia para crear una segunda jugada, Harold Preciado no pudo cabecear y Andrés Mosquera no pudo retener el esférico, pero llegó Colorado y con su pie marcaba el tanto que ponía adelante al cuadro local. A pesar de la celebración vallecaucana, hubo un llamado del VAR y luego de una extensa revisión, fue anulado el tanto y todo quedaba igualado. Los locales en la cancha y en la banca no podían creer que su tanto no subía el marcador por una supuesta falta de Jhon Vásquez.

Diez minutos más tarde llegaba un contragolpe del Medellín al área azucarera; balón a los pies de Edwar López y Darwin Andrade se barrió para disputar el balón y con su entrada derribó al delantero. El juez no dudó un solo instante, señaló el punto de la pena máxima y expulsó al lateral caleño. No hubo llamado para hacer un OFR (On Field Review) y el penalti lo cobraría Andrés Cadavid. Ospina hizo sonar su silbato, el capitán cobró y el arquero Guillermo de Amores voló al destino del balón para atajar el cobro, de nuevo todo igualado.

No se hicieron daño, un partido que destacaba por una rivalidad que viene de hace unos años terminó siendo un partido con mucho roce y si a eso le sumamos el arbitraje ineficiente tenemos como resultado un partido difícil de digerir.

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