La cuarta fecha del campeonato para Atlético Nacional tuvo un tono especial. El cuadro verde, quien  estuvo firme aferrado a la justicia hasta el último momento en cuanto a la disputa legal con Cortulúa, finalmente tuvo que despedirse de la posibilidad de inscribir a sus nuevos jugadores.

De esta manera, con la plantilla que desde el principio de la Liga había contado, el director técnico envió al campo a su mejor once para disputar el compromiso de la tarde, donde el inicio del encuentro se vio retrasado por dos actos simbólicos en son de protesta efectuados por los jugadores.

En primera instancia, de acuerdo a lo pactado por todos los equipos del fútbol profesional colombiano, ninguno de los jugadores saltó al terreno de juego hasta después de finalizados los actos protocolarios; esto, con la intención de enviar un mensaje de paz en el futbol tras los lamentables hechos ocurridos el pasado martes en el estadio el Campín de Bogotá.

Posterior a esto, en el momento posterior al primer toque a la pelota, los jugadores de Atlético Nacional, en solidaridad con sus compañeros no inscritos en la liga, ofrecieron un breve acto de simbolismo sentándose en el césped de la cancha y sin disputar el partido en el inicio del mismo.

Ya en cuanto a las acciones del compromiso, Nacional, fiel a su historia y demostrando la recuperación de su estilo de juego institucional, fue dominador de los primeros minutos del partido, y a través de un dibujo táctico de 1-4-2-3-1 flexible ejecutó diversas figuras tácticas que, con la impresión de un ritmo alto y la ejecución correcto y coordinada de la posesión del balón, llevaron a Jhonatan Álvez a marcar el 1-0 antes del primer cuarto de hora del partido en una jugada colectiva muy bien estructurada.

Sin ser tan agobiantes en su futbol, y con el resultado a su favor, el resto de la primera mitad siguió siendo favorable al local, que apropiado de la posesión, limitó bastante las posibilidades del Deportivo Cali de cara al arco de Aldair Quintana.

La hinchada de Nacional, que en presencia de casi diez mil espectadores estuvo presente en el estadio, en medio de cánticos de aliento ahcia su equipo, y arengas de desaprobación contra Dimayor y el presidente de Cortulúa, Ignacio Martán, le dieron un tinte de color y musicalidad al encuentro.

La segunda parte cambió un poco respecto a los 45 minutos iniciales. Era en ese momento el Deportivo Cali el que se acercaba a la portería rival, el dueño del balón y el protagonista de las jugadas más destacadas. Por su parte, Nacional, aunque no replegado totalmente en su defensa, sí estructuró una reacción de corte defensivo, esperando a su rival y abogando al contraataque con su hombres de ofensiva mucho más retrasados que al inicio del partido.

En medio del aliento de la hinchada, y justo en el trámite del partido más favorable para el visitante, los verdolagas sentenciaron el resultado tras un disparo de media distancia del lateral derecho Jonathan Marulanda al minuto 75. El defensor de 25 años marcó su primer gol con el rey de copas y lo celebró frente a la tribuna sur del Atanasio abrazado por todos sus compañeros.

Finalmente, y tras algunas opciones claras de gol por parte de los azucareros, Nacional terminó llevándose los tres puntos y trepándose  provisionalmente a la punta de la tabla con diez unidades. El segundo es Millonarios con nueve puntos, que enfrentará a Santa Fe sobre las ocho de la noche.