Hoy el Deportivo Cali le dice adiós a un ídolo, a una insignia, al eterno capitán. Y no es para menos recordarlo de esa manera, pues las alegrías que nos dio como jugador quedaron plasmadas en los corazones de quienes amamos el fútbol, lo de director técnico es cuento aparte.

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Como olvidar esa imagen en donde se le ve llorando por haber perdido la final de la Libertadores, si la han visto entenderán, sino, búsquenla, de seguro algunos ni sabrán de que estoy hablando, pero por si acaso, usaba en ese entonces la camiseta del Deportivo Cali o también recordemos cuando en la final del 98 contra Once Caldas, lo expulsaron por tumbar a Galván Rey en los últimos minutos, y sin querer salir de la cancha rompió en llanto, así como cuando a un niño le quitan su juguete favorito y a pesar de que ya no está lo sigue buscando, a partir de ahí supe que el amor de su parte hacia la institución si existía y que ese gran amor lo llevó a asumir un reto que quizá hoy muchos lo ven como fracaso, como despropósito, pero que otros lo ven más que un simple aprendizaje.

"Al Cali no se viene a aprender", "El Cali no sirve para experimentos", "Ándate Yepes, vos no sabes de fútbol",  eran las frases más destacadas en las redes sociales de frente a los malos resultados del equipo en esta Liga Águila 2017-I, pero si uno ve más allá, si uno como hincha deja lo destructivo a un lado -no todos, vale la aclaración-, se da cuenta que la culpa de ello no solo era de él, sino también de los jugadores, a quienes se les acostumbró a que en el Cali la comodidad prima por encima del juego. Mucho se habla de la nómina tan costosa, -después de la de Nacional, y del juego tan pobre que muestra, pero vos como DT cómo vas a hacer sino te juegan, sino te trabajan, sino te entienden, sino existe un complemento entre cuerpo técnico y jugadores, así es muy difícil hermano.

Y no, no defiendo a Mabeto en su totalidad porque sé que tuvo fallas, que faltaron detalles que a criterio de la hinchada "tan exigente" del Deportivo Cali no se pudieron corregir y que hoy lo tienen por fuera del equipo de sus amores, al que demostró respeto y que por eso mismo decidió dejar no solo por el bien de él, sino por el de la institución y de todos, es que ser el blanco de medios, de hinchas, de jugadores, no debe ser tarea fácil y más cuando todos te están destruyendo, amenazando y juzgando por lo que debiste haber hecho, pero claro, es que ahora todos hacen el papel de DT´s, jugadores y hasta presidentes de los equipos, es aquí donde digo, ¿Por qué existen en las redes sociales?

La salida de Yepes deja en muchos un sentimiento de tristeza, -me incluyo-, y es que a pesar de los resultados, sean buenos o malos, los hinchas del Cali siempre de cualquier modo buscan acabar con quién sea, y está no fue la excepción, querían que se fuera, hoy se fue y ya le desean que vuelva, aprendan a ser hinchas, construyan, sean críticos y amen al equipo cada vez más que eso es lo importante, quise verte como ídolo, con una estrella, pero bueno, las historias a veces se sueñan pero no se cumplen.

Por mi parte a Mario Alberto Yepes, le deseo éxitos en los planes que se vengan de ahora en adelante, lastimosamente este partido a diferencia del gol del mundial no era tuyo.

Bienvenido Profe Arboleda.