Tras empatar frente a Once Caldas en el toreno colombiano, el pasado sábado a cero goles. Medellín tenía en mente a Racing de Avellaneda y soñaba con remontar el resultado adverso en Argentina (3-1) y poder clasificar a la siguiente fase de la Copa Sudamericana. 

Antes del partido, no cayó bien la noticia de la salida de Andrés Mosquera Guardia, quien jugará en León de México. El defensor no jugó con el Medellín ante Racing y se despidió en el entretiempo de los aficionados paisas.

Sin embargo, los dirigidos por Juan José Peláez salieron arransando en el terreno de juego y apesar de esas adversidades por asuntos administrativos en el club, Medellín mostró personalidad, tenencia de pelota y profundidad. Leonardo Castro dio el primer golpe en el minuto 4 y la ilusión crecía en las gradas del Atanasio Girardot. 

Más que por el gol, por cómo jugaba el equipo. Mauricio Molina se puso la camiseta de líder y su experiencia dio fruto en el campo. Los once del DIM estaban concentrados y claros en los pases, la segunda anotación también llegó por parte de Castro, esta vez al minuto 24.

Racing intentó aproximarse a David Gónzalez pero el onceno Poderoso se mostró firme y seguro, salieron tocando el balón, cambios de frente, utilizando los laterales de forma inteligente. Sin embargo, al minuto 44, Diego Gónzalez de cabeza puso el 2-1, en la primera llegada clara del elenco argentino. 

En la segunda mitad cambiaron las cosas repentinamente, Medellín salió activo pero su concentración se perdió. Los dirigidos por Juan José Peláez estaban desconcentrados y Racing aprovechó las equivocaciones.

En el minuto 61, el árbitro pitó penal a favor del visitante, luego de una mano de Juan Camilo Saíz. Desde ese momento, la desesperación jugó en contra del equipo paisa y las ilusiones por mantenerse en la Copa Sudamericana se fueron diluyendo.

Más que por el marcador, por la pérdida del juego Poderoso que se vio en el primer tiempo. Con la expulsión de Toloza, Saíz y Lopera, el Independiente Medellín terminó con ocho jugadores y con un gol más en contra, de Brian Mansilla en el minuto 90+1.

Se puede decir que es díficil mantener en 90 minutos la misma agresividad y el mismo talento para no tener equivocaciones. Sin embargo, a Medellín le costó y su energía fue cayendo, tuvo personalidad sí, y sigue estando en formación del equipo ideal pero todavía falta esa puntada final.

Ahora, el rival será Cortuluá en el Liga Águila el próximo domingo a las 8 de la noche, porque por ahora, hay que decirle adiós a la Copa Sudamericana.