El segundo semestre del año no terminó de la mejor manera para el Deportivo Independiente Medellín; por primera vez desde que el rentado nacional asumió el nombre de Liga Águila, el onceno antioqueño quedó por fuera de los ocho, dejando ir la última oportunidad que tenía para avanzar tras empatar sin goles ante el Atlético Nacional en la fecha 20.

Justamente, ese partido contra su clásico rival marcó el fin de la carrera de Mauricio Molina, quien salió expulsado en el epílogo del compromiso.

El volante paisa fue inicialista en cinco partidos de Liga, y suplente en otros cinco. Solo anotó un gol y su actuación no fue determinante, pero le brindó un toque de experiencia al equipo que solo se encontrará ahora con David González.

'Mao' tomó la decisión a mitad de semestre de que el fin de año marcaría su adiós a las canchas, cumpliendo el sueño de retirarse con la camiseta que le dio su primer título profesional, del cual fue el principal artífice: la anhelada estrella del 2002-II, después de 45 años de espera para los hinchas del Equipo del pueblo.

En total, el mediocampista jugó más de 600 partidos como profesional en ocho países diferentes, aunque empezó y terminó en Colombia, específicamente en su departamento natal, debutando con el Envigado y despidiéndose con el Poderoso.

El jugador afirmó ad portas de su retiro que quiere seguir ligado al equipo por mucho tiempo, pero primero estudiará y se preparará para sumarse a la parte administrativa, pues no le llama la atención ser director técnico.

Le deseamos todos los éxitos de mundo en los proyectos que emprenda y agradecemos que le dedicó su vida al fútbol con el compromiso, la disciplina y el amor que deben servir de ejemplo para las nuevas generaciones de deportistas.

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