Millonarios venció 1-2 a Once Caldas en Manizales y sumó sus primeros tres puntos en condición de visitante. Los dirigidos por Ricardo Lunari mantuvieron el equilibrio a lo largo de los 90 minutos y se llevaron el triunfo a casa sobre el tramo final.

El equipo visitante jugó así: 4-1-3-2. Millonarios fue un equipo ordenado en términos generales. Cuando atacó lo hizo bien y cuando tuvo que retroceder no perdió los estribos. Fue vulnerable por el séctor derecho y lo pagó caro. Fue un triunfo importante, sí. Hay cosas por mejorar, sí.

La defensa: cosas buenas y malas

Para empezar, Kevin Rendón no es lateral derecho. Sus características ofensivas comprometieron en más de una ocasión al equipo. Esos espacios que dejó fueron bien aprovechados por Once Caldas y por consecuente crearon peligro en el arco azul. De hecho, por ese sector llegó el único gol del equipo local.

Los dos zageros centrales hicieron un trabajo correcto. Gabriel Díaz cada vez se afianza más en su posición y Henríquez apareció en los momentos oportunos. Ambos fueron veloces cuando la ocasión lo exigía. Por su parte, Deiver Machado apareció poco en ataque pero cuando lo hizo puso en líos la defensa blanca.

Por destacar está el orden que mantuvo la zaga albiazul. Es cierto que en varias oportunidades fue sorprendida la defensa de Millonarios, pero rápidamente se recuperó. El retroceso fue veloz y efectivo.

Millonarios es otro equipo cuando tiene la pelota

Con el control del balón a su favor, el equipo visitante sacó ventaja. Le apostó a un juego directo con Vásquez y añadió profundidad con Insúa. En punta estaban Uribe y Agudelo que se entendieron a la perfección. Así llegó el primer gol azul.

En la segunda mitad el equipo dirigido por Lunari no supo mantener el balón. La mala entrega en el sector medular era constante. Once Caldas le robó el balón a Millonarios y equilibró la balanza. Los cambios cambiaron el partido.

FOTO: EL TIEMPO.

El ingreso de Sergio Villarreal por Omar Vásquez al minuto 58 dio tranquilidad en el mejor momento de Once Caldas. Pero a pesar del ingreso de otro volante mixto, Millonarios no encontraba una pausa en el juego que mantuviera la posesión.

Mayer Candelo y Maxi Núñez ingresaron por Insúa y Silva, respectivamente. Ahora el dibujo táctico de Millonarios era un 4-2-1-3. Tres delanteros y un 10 que inyectó pausa al juego.

La expulsión de Arango hizo que Millonarios encontrara los espacios y anotara por medio de Uribe el gol de la victoria sobre el final del partido. Ricardo Lunari arriesgó y ganó la apuesta: primera victoria en condición de visitante del semestre.

El estratega argentino planteó el partido para ganar, siguió su filosofía de juego y cumplió la deuda fuera de casa. Ahora Millonarios es quinto con 21 unidades.