Desde que Ricardo Lunari dirigió su primera práctica como entrenador de Millonarios, el 11 de septiembre de 2014, las preguntas sobre su idoneidad para tomar las riendas del equipo embajador han sido varias y, además, ampliamente fundamentadas. Su inexperiencia con equipos grandes, en un corto recorrido como entrenador, eran algunas de las cuestiones que se planteaban. Hoy, 11 meses después, las pregunta base es la misma. ¿Podrá Lunari con Millonarios?

Respaldado por su corto pero sustancioso paso como jugador por el club embajador, Lunari tomó el mando en un Millonarios que no terminaba de cuajar. Hernán Torres salió campeón y tuvo buenas campañas posteriores, pero fue borrado del equipo en una cuestión que pasó más su relación con el alto mando que por los resultados. Juan Manuel Lillo, con un estilo de juego un poco más definido, alcanzó a mostrar momentos de un fútbol agradable, pero también fue despedido.  El equipo seguía en el limbo. 

Lunari dirigió su primera práctica con Millonarios el 11 de septiembre de 2014

“Vamos a trabajar al máximo nuestras capacidades para lograr que Millonarios juegue bien y lograr resultados. Queremos lograr que el equipo sea el más importante de Colombia”, dijo Lunari cuando recibió la responsabilidad de dirigir a uno de los equipos más grandes del país. Pero, desde la llegada del argentino, el conjunto bogotano no ha mostrado buen fútbol, y los resultados tampoco han estado presentes en la campaña.

Una de las principales falencias en la era Lunari ha sido la falta de definición y gestación, que se traduce en falta de goles. Además de una transición defensiva lenta y por tanto una floja contención ante los ataques rivales. Millonarios es un equipo sin punto de equilibrio.

Pese a que el timonel argentino ha tenido una base de jugadores (Vikonis, Torres, Cadavid, Henríquez, Robayo, Silva, Vargas, Candelo) la irregularidad en el juego y en la intensión han sido constantes, esto por cuestiones estratégicas propias del entrenador y por rendimientos individuales que pasan de buenos a irrelevantes de una fecha a la otra, caso Vargas, Cadavid, Insúa, Núñez, Candelo y en el reciente torneo Rangel. El más regular, y por momentos salvador de Millonarios, ha sido el arquero Nicolás Vikonis.

Los fríos pero veraces números muestran que en la era Lunari, el equipo azul ha ganado 15 partidos, empatado 12 y perdido 12, en 39 encuentros sólo por Liga, lo que equivale a un 48,2 por ciento de rendimiento. En lo que se refiere a goles, han sido 65 anotados y 51 recibidos para un balance de 14 a favor, también en Liga.  Muy poco para el equipo 14 veces campeón de Colombia.

Ante la pregunta ¿a qué juega el Millonarios de Lunari? No saldrá una respuesta unificada, ya que en cada encuentro se ha visto una cara diferente y muchos casos desalentadora para sus seguidores. Tras su última derrota ante Cortuluá, el DT argentino aseguró que su equipo tiene "diez días para mejorar en diferentes aspectos", pero, si no ha mejorado en once meses, es poco probable que lo haga en unos días. Aunque, por el bien de Millonarios, deberá ser así.

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Sobre el autor
Cristian Camilo Buitrago
Desde muy chico he tenido curiosidad por los medios de comunicación y el poder que en ellos recae, esto combinado con el gusto por la lectura, el deporte, la música y el cine me han llevado por caminos que jamás hubiera imaginado.