Hoy no escribo como periodista, hoy escribo como una hincha del cuadro embajador. Hincha que por años y pese a los malos semestres que han aquejado al equipo azul sigue en pie y apoyándolos hasta el final.

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Final, aquella palabra tan anhelado por todos los hinchas, final un significado como mucho valor que nos llena de orgullo y quizás de más glorias. Final, sí final que disputaremos ante nuestro rival de patio, independiente Santa Fe. Rival que hemos enfrentado en 309 clásicos capitalinos, con 119 victorias a favor nuestro frente a 84 de los rojos, deduciendo que hay esperanza y una gran posibilidad de lograr el título de campeón.

Campeón, palabra que le queda y le luce a Millonarios. Un Millonarios que desde los inicios del fútbol profesional colombiano demostró que es uno de los más grandes y con mayor historia y victorias, no solo en Colombia sino siendo un referente del balompié sudamericano.

Y como no, si los azules es el segundo equipo más campeón de Colombia con catorce títulos. Al igual que en la década de los años 1950, en el que logró conquistar varios triunfos internacionales  que lo llevaron a codearse con grandes equipos del mundo, participando en el Campeonato de las Bodas de Oro del Real Madrid y la Pequeña  Copa del Mundo de Clubes en el 53, en el cual se le dio el calificativo de ‘Embajador’.

Y aunque su presente no es el mejor, su pasado nos enorgullece. Aquella época del ‘Dorado’, época en el que logramos la conquista de nuestro primer título y muchos más. Época en el que teníamos jugadores que hacían alusión a la palabra ‘Dorado’ porque brillaban en la cancha. Jugadores de la talla de  Alfredo Di StéfanoAdolfo Pedernera, llenaban de orgullo a la hinchada embajadora y enaltecían el escudo del club.

Millonarios, cuánto daríamos porque volvieras a ser aquel Millonarios de la época del ‘Dorado’. Ese equipo el cual respetaban y temían enfrentar, aquel club que imponía fútbol verdadero en la cancha, con grandes jugadores que lo dejaban todo por aquella camisa 'albiazul'. Un Millonarios que no tenía que esperar casi veinte años en volver a ser campeón, un Millonarios que defienda y demuestre por qué lo apodan ‘Embajador’.

No sé si decir gracias o que otra palabra, pero sin embargo la diré. Gracias porque no tuvimos que esperar otros 24 años para verte en una final, después de cinco años vuelves a encender la ilusión de la conquista de otra estrella más, volviste a encender esa llama que poco a poco se le apagaba a tu hinchada. Tu hinchada que ha sufrido, llorado, aguantado burlas y decepciones y sin embargo sigue ahí, siempre alentado desde la tribuna, sin cansancio y sin perder la fe.

Fe, que aunque sean las últimas dos palabras que lleva nuestro rival, que sean las palabras que nos acompañen tanto a la hinchada embajadora como al equipo en estos dos partidos que nos quedan.  

‘Millos’ no les falles a tu hinchada, no les falles a tu más fiel seguidor, no le falles aquellas personas que tan solo te han visto campeón una sola vez y que anhelan ver aquel Millonarios del que tanto hablan sus abuelos, un Millonarios campeón.

¡Vamos embajador, vamos campeón!