Cuando comenzó el primer tiempo, Nacional salió al campo de juego arrasante y antes de los dos minutos Dayro Moreno, con un golazo desde afuera del área, hizo pensar a los espectadores que el partido fácilmente se podría ir de goleada. La ecuación era clara, además de él, con jugadores como Macnelly Torres, Aldo Leao, Mateus Uribe y Andrés Ibarguen  se tenía una nómina de gala, como si de un partido de copa libertadores se tratara.

El juego de Nacional fue eficaz, manejó los tiempos a su antojo y fue el dueño de la mita del campo, en la primera parte siempre que llegó por el costado derecho, con triangulaciones entre Torres, Moreno y Uribe generó peligro, a tal punto de que Mateus, luego de una gran habilitación definió con frialdad e infló la red.

Pareciera repetitivo que Mateus Uribe se lleve los elogios, pero su nivel futbolístico ha hecho que de verdad lo merezca. Aunque lleva dos partidos  jugando como extremo derecho y anotando la misma cantidad de goles, su papel es un poco distinto al que desempeñó Orlando Berrío en el pasado, pues no se dedicó únicamente a desbordar y a tapar la salida de los laterales rivales, sino que también desempeñó funciones de creativo, juntándose por momentos con Macnelly Torres y Aldo Ramírez.

Otro que mereció un capítulo aparte en el Atanasio Girardot fue Dayro Moreno, quién constantemente asechó el área  rival, desbordó, intentó de media distancia y se vio más veloz que en partidos pasados. No en vano salió aplaudido por la hinchada en el segundo tiempo.

A pesar de la superioridad de Nacional, algunas falencias, como perder la pelota en tres cuartos de cancha y quedar mal parado atrás provocaron varios contragolpes y opciones de Jaguares, a las que Franco Armani respondió con determinación y seguridad. El argentino fue otro de los puntos altos del equipo, pues apareció cuando debía hacerlo.

Para el segundo tiempo Nacional salió con una actitud más tranquila. El cambio de Juan Pablo Nieto por Macnelly Torres y el adelanto posicional de Aldo Ramírez se tradujeron en manejo y sostenimiento del balón. Los verdes no arriesgaron pero tampoco le entregaron el balón al rival y el partido bajó en emociones y se volvió de trámite.

Andrés Ibargüen, cuyo regreso fue muy esperado por la hinchada, cumplió con sus funciones pero fue notable y entendible su falta de ritmo por el largo tiempo por fuera de las canchas. A pesar de eso insistió, se asoció con Dayro Moreno y generó peligro. Otro del que se espera rendimiento es Luis Carlos Ruiz, durante el partido se notó incisivo pero no tuvo el tiempo necesario para demostrar su capacidad.

Nacional dejó una buena impresión, se encaramó a la tercera posición con dos partidos menos y 13 puntos con ocho goles a favor y conservó su invicto en el 2017. 

En la próxima jornada, Atlético Nacional visita al América de Cali el próximo domingo 5 de marzo a las 5:15 p.m. en el estadio Pascual Guerrero con transmisión abierta de televisión.