Siempre es válida la frase "recordar es vivir", más cuando ese sueño de volver a conquistar el continente con fútbol, goles y emociones se vuelve una causa para un par de generaciones que no le tocó vivir aquel 31 de mayo de 1989, o por lo menos no tuvo conciencia para disfrutarlo. 

Atlético Nacional tuvo que pasar las duras y las maduras para volver a ser Rey de América. En los 90's mantuvo esa filosofía de los 'puros criollos' que lo llevó a ser un protagonista en varias ediciones de la Copa Libertadores, Supercopa y Copa Interamericana. Su fútbol y sus jugadores se convirtieron en sustento para la Selección Colombia. 

Pasaron varios años, seis para ser más exactos, donde la columna vertebral de la primera Copa se mantuvo y logró esa recordada final de 1995, pero errores en contundencia y un rival mejor preparado y combativo como ese Gremio de Scolari, justamente el 'tricolor gaúcho' la ganó esta noche en Lanús. Como en aquella noche en el 'coloso de la 74', en esta edición mostró fútbol y categoría para ser monarca fuera de su tierra. 

Pasaron los años, con sus idas y vueltas, Nacional pasó de protagonista a participante de la Libertadores, el favoritismo se evaporó con los años de ausencia, cinco en total. En la edición del 2000 realizó una de sus peores actuaciones, en el grupo de Atlas de Guadalajara, U de Chile y River Plate, apenas se dio el 'gustico' de ganarle al 'millonario' en el Monumental. 

Pese a haber conquistado la Interamericana de 1997, y las Copas Merconorte del 98 y el 2000, para el 'verde paisa' el anhelo de volver a reinar en el torneo más importante de Sudamérica se le fue instalando como una obsesión. 

El nuevo milenio fue una época de transformación, pasaron de los 'puros criollos' a que en el 2004 llegaran caras nuevas que venían del exterior, Esa sequía de títulos, donde malas decisiones, finales perdidas tanto locales como internacionales, cómo no recordar aquella esquiva Copa Sudamericana, donde los 'cuervos argentinos' fueron despiadados y nuevamente apagaron esa ilusión del 95 en el 2002. 

Llegó el apertura 2005 y ese fútbol de Nacional gestó la octava estrella, dándole de nuevo la oportunidad de jugar la Libertadores. Con la edición 2006, una magra actuación hizo despedir al 'verde' en octavos de final. Apenas un par de partidos en Rosario y Asunción arrancaron sonrisas del pueblo verde, pero no se pasaba de un simpático equipo cafetero ante el resto del continente. En el 2008 fue un fracaso similar al del 2000, con la diferencia que se llegó a octavos de final y que el consuelo fue que Fluminense, posterior finalista le puso fin a esa participación. 

Llegó otro ciclo de cambios, de idas y vueltas, con ello una sequía de títulos hasta 2011, cuando el apertura le daba nuevamente el ingreso a la Libertadores del 2012, allí el señor Ardila Lülle 'rompió el chanchito' y trajó un gran grupo de jugadores colombianos y extranjeros, pensando en grande, con ganas de figurar.

Llegó aquel 4-0 ante Peñarol, fútbol agresivo ante el entonces campeón de la Sudamericana Universidad de Chile y empates ante el sorpresivo Godoy Cruz, a pesar que nuevamente los octavos de final fueron un muro que no se pudo pasar, esas semillas dieron más adelante varios triunfos 'tricolores' y tras dos muy buenas presentaciones en la Copa Sudamericana del 2013 y 2014 donde fue semifinalista y finalista, el premio 'gordo' llegó en el 2016 de la mano de un orientador mundialista con experiencia en seleccionar talentos y cualidades, el señor Reinaldo Rueda

Nacional llegó 'pisando fuerte' en la primera fase, fue el mejor en los grupos, mostró coraje en llaves contra Huracán y Rosario Central volviendo de atrás para adelante. Con una nómina en la mezcla perfecta de juventud y experiencia, llegando hasta semifinales sin un goleador de raza, pero siendo solidario a la hora de dar la puntada final, con un Franco Armani que se graduó de ídolo a punta de trabajo, esfuerzo y amor propio.

Llegaron las semifinales después de una Copa América en la que se creía que los 'verdolagas' podrían haber mermado su nivel. Por el contrario, les dio la oportunidad de contratar al goleador del apertura colombiano quien se apuntó con cinco goles definitivos y en poco menos de un mes, se robó el corazón de toda una Nación. 

Aquel 27 de julio es una fecha que muchos hinchas se tatuaron, la recuerdan, la evocan con cariño, la tienen adentro por siempre. Fue esa revancha del destino de tantos momentos magros, tantas idas y vueltas, tantas promesas incumplidas, el premio a un amor que fue pasando de generación en generación. 

Los 16 meses después que pasaron de aquel momento sublime para los hinchas de Nacional llegaron con tres Copas más, dos locales y una internacional, nuevamente la Sudamericana fue esquiva pero se ganó una hermandad eterna, el ciclo con Rueda no dio para más, llegó la época de transición con un técnico europeo que vino a darle otro estilo más moderno al equipo. 

Hoy se acaba ese 'reinado de América', ya no es vigente, pero siempre será el gran Bicampeón y ojo, para el 2018 pretende reconquistarla, porque para Nacional el ser participante no es una opción, hay ambición, hay ganas de volver a la cima. Como dijo Zubeldía "a la gloria no se llega por un camino de rosas", con calma pero con entereza el 'verde paisa' espera unirse al club tricampeón en poco tiempo.