Como bien reza la conocida frase "Los clásicos no se juegan, sino se ganan", los "Cardenales" que no pudieron ingresar al estadio debido a las reglas del equipo local, pudieron celebrar y recordar que hoy se ganó uno de esos partidos que no se pueden perder ante el rival de patio.

Los dos elencos salieron a la cancha con la intención de ganar, cada uno a su manera, con su estilo y su fútbol, mientras las tribunas se vistieron de azul y blanco. Pero esto no fue impedimento para que el cuadro cardenal saltara a la cancha con seguridad, su buen trabajo defensivo, organizado y sin dar ventajas a los embajadores, es la firma del técnico Gregorio Pérez que ya celebra su primer clásico.

La idea de Santa Fe desde el principio fue clara, con presión y actitud de llenar el medio campo y por nada dar un balón por perdido y así evitar que los locales se adueñaran del esférico. 

Y  aunque Millonarios trato de manejar el juego y el trámite del mismo, Santa Fe se fue haciendo fuerte en defensa, con un buen trabajo de William Tesillo que después de su larga lesión regresa para ser el central que brinda la seguridad en la línea de la defensar cardenal. 

Millonarios se quiso ir en ventaja con dos aproximaciones en los minutos 4 y 10 del primer tiempo, en los pies de Henry Rojas y David Silva, pero fue Santa Fe quien tuvo la primera llegada con claro peligro, después de un tiro de esquina y un balón que peinó Tesillo, el cual paso besando el palo de la mano derecha del guardameta Nicolás Vikonis. 

El primer tiempo tuvo llegadas de ambos lados, sin embargo la balanza se inclinó a favor de Santa Fe que manejo más el balón y aunque no pudo definir en los primeros 45 minutos, mostró una supremacía sobre su rival de patio.

Para el segundo tiempo Santa Fe no quería perder el control que había obtenido en los primeros 45 y es así como al minuto 51 Pajoy estrella el balón en el vertical derecho defendido por Vikonis.

Las opciones por parte del león seguían llegando, mientras cada uno de los jugadores cardenales buscaba y buscaba los espacios que daba el embajador para poder marcar.

Y fue con paciencia, orden y trabajo que el cuadro 'albirrojo' consiguió picar en punta en el marcador. Era el minuto 80 y después de un tiro de esquina Juan David Valencia se levantó por el aire y con un impecable cabezazo envió el balón al fondo de las malla, ante la mirada de la defensa azul que impotente pudo evitar la anotación. Santa Fe celebró nuevamente un clásico capitalino, el resto es historia, control, manejo y dominio, frente a un Millonarios que no pudo reaccionar.

Santa Fe dos juegos por liga, dos triunfos ante Nacional y Millonarios, sus más duros y encopetados rivales. Seis puntos que ilusionan y que permiten ver un segundo semestre lleno de fe 'cardenal'.