Lo que al término de la tercera fecha del triangular final de la Liga DirecTV parecía un imposible, se convirtió en realidad ayer: Piratas Bogotá Humana, el club de baloncesto más tradicional de la capital colombiana, se quedó con el título que hace tan solo siete días parecía estar seguro en las manos de Guerreros, su rival de patio.

La debacle de Guerreros tuvo epicentro el pasado martes, en el clásico bogotano, tras desperdiciar una ventaja de once puntos y sucumbir ante el Equipo del Parche por 92-90 en el coliseo Vicente Díaz Romero, lugar donde Búcaros sentenció anoche su suerte.

El partido enfrentó a los leones, líderes de un triangular extemporáneo que se instauró con el fin de proclamar al campeón de la Liga DirecTV 2014-II, suspendida por el incidente ocurrido con Cimarrones de Chocó, y a los bumangueses, sin opciones a la hora de la definición, tras caer en sus primeras tres presentaciones. 

Una victoria le daba a Guerreros su segunda corona en el baloncesto profesional colombiano, pues igualaba los tres triunfos de su verdugo de la jornada anterior y, debido al promedio de cestas en los cruces entre sí, la balanza se desequilibraba a su favor. Los Piratas sufrían cada jugada desde la tribuna del maderamen por excelencia en la Ciudad de los Parques y veían cómo, con ventaja guerrera 62-71 al final del tercer cuarto, el título se alejaba de sus vitrinas.

Sin embargo, la reacción de los locales y el festival del desperdicio de los capitalinos en el último parcial se encargaron de igualar el marcador. El peor enemigo de Piratas en todo el juego se convirtió en su aliado a doce segundos de finalizar el encuentro, luego de que el armador estadounidense Tyshawn Patterson adelantase a Búcaros con dos triples consecutivos. 

Faltas, tiempos muertos y tácticas. Los segundos finales se hicieron eternos hasta que Byron Westmoreland dispuso de la última chance de Guerreros para enviar el partido a un extra tiempo de infarto. El alero falló, el quinteto del parche festejó el cuarto campeonato de su historia, todos bajo la dirección de José Tapias, y Búcaros, el más veces campeón de Colombia, terminó decidiendo un triangular donde, hasta la noche del martes, parecía ser un simple espectador.