N

Nebiolo, Primo: Son muchos los que, viendo lo sucedido en el Mundial de Moscú (en cuanto a asistencia, organización o logística se refiere), aún son más críticos con la IAAF y con su presidente Lamine Diack. Es cierto que la cita mundialista deja un sabor agridulce, más si recordamos que podrían haberse celebrado perfectamente en Barcelona (o Brisbane). Pero el dinero de Moscú (y un patrocinio de treinta millones ampliable a setenta) tiró más. Con este panorama es inevitable echar la vista atrás y recordar a dirigentes como el italiano Primo Nebiolo, presidente de la IAAF entre 1981 y 1999 (su mandato acabó de forma abrupta debido a su muerte por un ataque al corazón), todo un visionario que introdujo los Mundiales con regularidad y los situó a la altura de los eventos deportivos más importantes del mundo.

Nepal: El país asiático es uno de los seis países que no ha estado presente en el Mundial ya que no tenía ningún atleta en competición, junto a Norfolk, Liechtenstein, Liberia, Libia y Belice.

O

Obergföll, Christina: La alemana de 31 años (plata en los Mundiales de Helsinki 2005 y Osaka 2007 y en los Juegos de Londres 2012) volvió a lo más alto del podio de forma inesperada pues la gran favorita, la rusa Maria Abakumova, no estuvo al nivel esperado en la final. Pese a su paseo en la clasificación, a la hora de la verdad la rusa solo pudo lanzar la jabalina hasta los 65.09 metros, por 66.60 de la australiana Kimberley Mickle y 69.05 de la alemana. La distancia entre el mejor lanzamiento de Obergföll y de Mickle es la mayor diferencia entre oro y plata (2,45 metros) desde el 2003.

Olimpiadas: Los Juegos Olímpicos de Londres del verano pasado se cobraron algunas víctimas ilustres en forma de ausencia: el dominador indiscutible de los 800 metros masculinos y recordman mundial, el keniano David Rudisha; la saltadora de altura croata Blanca Vlašić, fuera de las pistas desde 2011; los esprínters jamaicanos Yohan Blake y Campbell-Brown; el marchador ruso Valery Borchin; la fondista keniana Vivian Cheruiyot o la heptatleta británica Jessica Ennis-Hill. Como ven, bajas ilustres que han mermado un poco el nivel de la competición.

Ohuruogu, Christine: La británica protagonizó el final más ajustado en carrera de todo el Mundial. En la final de los 400 metros, el oro parecía reservado para la defensora del título, Amantle Montsho, pero un último acelerón de Ohuruogu y su movimiento corporal (tirando el pecho hacia delante) le hicieron llevarse el título. Al registrar el mismo tiempo en meta (49.41 segundos), los jueces tuvieron que recurrir a las milésimas (cuatro concretamente) para desempatar. Ohuruogu volvió a ser campeona seis años después y con este tiempo batió el récord nacional, en manos de Kathy Smallwood (49.43). El bronce fue para la rusa Antonina Krivoshapka (49.78).

Oliver, David: Su mejor título era un bronce en los Juegos de Pequín y por fin, a los 31 años, el estadounidense logró el oro en una gran cita. No lo tenía nada fácil pues en la final se encontraban el campeón olímpico, Aries Merritt, y del mundo, Jason Richardson. El primero había creado dudas en las semifinales mientras que el segundo llegaba con paso firme. A la hora de la verdad, ninguno de los dos pudo estar en el podio (Merritt 6º, Richardson 4º). El oro se lo llevó Oliver (13.00), que superó a otro veterano, su compatriota Wilson (13.13) y al ruso Shubenkov (13.24), que pudo ser bronce gracias al tropiezo que sufrió en el último momento Richardson.

P

Perković, Sandra: La croata de 23 años domina con autoridad la especialidad (al igual que el alemán Harting en hombres) y lo demuestra con su brillante temporada. El oro de Moscú se suma al título olímpico de Londres y al europeo de Helsinki 2012. Este palmarés tiene especial mérito pues es la primera mujer que es campeona de las tres grandes competiciones de forma simultánea. Concretamente, en Moscú Perković ganó con claridad, tanto que con cualquiera de sus tres lanzamientos se hubiera llevado el oro, con un mejor lanzamiento de 67.99 metros. La francesa Robert-Michon terminó segunda (primera medalla de Francia en disco en toda su historia) con 66.28 y la cubana Barrios (sumó su cuarta medalla) tercera con 64.96.

Q

Quinon, Pierre: Sigue la maldición de Francia en la pértiga al aire libre en mundiales. Muchos son los atletas de este país que han destacado en la especialidad, como el actual campeón Renaud Lavillenie. El francés acumula, a sus 26 años, un buen número de títulos, con un oro en los Juegos de Londres, otro en el Mundial Indoor de Estambul 2012, dos más en Europeos al aire libre (Barcelona 2010 y Helsinki 2012) o tres en Europeos en pista cubierta (Turín 2009, París 2011 y Goteburgo 2013). Pero, por lo que a Mundiales al aire libre se refiere, suma dos bronces (Berlín 2009 y Daegu 2011) y la reciente plata de Moscú. El oro sigue inalcanzable. Da la casualidad que a antiguos campeones ya les pasó algo similar. Es el caso de Pierre Quinon, que llegó a proclamarse campeón olímpico en Los Ángeles 1984 y batió el récord del mundo en Colonia en 1983, situándolo en 5,82 metros. Quinon fue el primer francés en lograr un oro olímpico en una prueba de salto. Como él, más pertiguistas dejaron huella, caso de Galfione (oro en los Juegos de Atlanta 1996) Mesnil o Vigneron.

R

Rusia: Estados Unidos ganó la competición por número total de medallas (25 por 17 de los rusos) y por puntos (clasificación en base a los finalistas) pero no por oros, hecho que hace que Rusia aparezca primera en el medallero (7 oros de Rusia por 6 de Estados Unidos). La actuación estadounidense es similar a la de otras ocasiones, logrando el mismo número de metales que hace dos años y siendo el quinto mundial consecutivo donde es el país con más medallas. Pero la de los rusos es espléndida, encabezando el ranking final de preseas (por vez primera el equipo anfitrión domina esta clasificación) y demostrando que el atletismo es uno de sus mejores bazas en lo que a deporte se refiere. Principalmente, a destacar las actuaciones de Isinbayeva, Menkov, Lysenko, Shubenkov o los marchadores, que no por menos esperadas tienen que menospreciarse.

Relevos: Señal que la competición está a punto de terminar, los relevos acostumbran a dar espectáculo. No fue diferente esta vez, donde volvimos a vivir un duelo al límite entre dos países, Jamaica y Estados Unidos, que se llevó el primero. El 4X400 masculino fue, de hecho, el único relevo que ganó Estados Unidos, mientras que los dos 4X100 fueron a parar a manos jamaicanas. El 4X400 femenino lo ganó Rusia, que en relevos hizo una buena actuación con un oro, un bronce y un quinto puesto.

Rollins, Brianna: La estadounidense había competido, a lo largo de la temporada, mayoritariamente a nivel universitario (con numerosas victorias, por cierto) y la de Moscú era la primera gran cita internacional. No era la favorita puesto que en la final estaba la campeona olímpica y hasta ahora mundial, Sally Pearson, y la británica Tiffany Porter. Pero pese a su mala salida, Rollins consiguió progresar hasta llevarse el oro de forma ajustada en 12.44 (por 12.50 de Pearson y 12.55 de Porter).

Reglamento IAAF: Ha sido protagonista en este Mundial, concretamente el artículo 8. Todo empezó con el gesto de la sueca Emma Green, que saltó al tartán (en la calificación del salto de altura) con las uñas pintadas de arcoíris (colores de la bandera gay) como protesta por la ley rusa que prohíbe hablar en términos positivos de la homosexualidad delante de menores de edad. Poco después, la sueca recibió la respuesta de Yelena Isinbayeva, que en rueda de prensa dijo “estar profundamente en contra (de la homosexualidad). Estamos en contra de la publicidad en nuestro país. Apoyo a nuestro gobierno”. “Si permitimos que (los gays) hagan todo eso en la calle estaríamos muy preocupados, porque somos gente normal” explicó la rusa. La historia no acabó aquí ya que Green quería disputar la final con las uñas como las llevaba en la calificación pero no pudo. ¿La razón? La negativa de la IAAF, que se amparó en el artículo 8 de su reglamento, que prohíbe la publicidad “que tenga como fin la ayuda a cualquier causa política o a los intereses de cualquier grupo de presión”.

S

Storl, David: Campeón del mundo en Daegu 2011, de Europa en Helsinki 2012 y plata en los Juegos de Londres, el alemán venció también en Moscú. Lo hizo tras enviar el peso hasta los 21.73 metros, mejorando los 21.57 del americano Whiting y los 21.34 del canadiense Armstrong. Otros favoritos, como el estadounidense Hoffa o el polaco Majewski, se quedaron a las puertas del podio (4º y 6º respectivamente). Pero fue el vídeo el que decidió el campeón. El mejor lanzamiento de Storl fue señalado nulo en primera instancia. El alemán reclamó inmediatamente y los jueces, que revisaron el lanzamiento gracias a la cámara de un fotógrafo, acabaron dando por bueno el tiro.

Savinova, Mariya: La rusa era la favorita, con el oro olímpico de Londres, el mundial de Daegu y el europeo de Barcelona como avales. Pero, una vez en la final, la keniana Sum (1:57.38) le supero en la recta final. El timón de la prueba lo llevó Alysia Johnson Montano, que pagó el esfuerzo y terminó cuarta.

T

Tamgho, Teddy: Ganó el oro en el triple salto con una de las mejores marcas del Mundial. A lo largo de toda la final el francés dio la sensación que podía saltar más allá de los 18 metros, sobre todo en alguno de los saltos nulos que realizó. Pero hasta el último salto no lo consiguió. Una marca de 18,04 metros, récord nacional y tercera mejor marca de la historia (la mejor los 18,29 de Edwards en 1995). Supuso la primera medalla de Francia en esta prueba. A 36 centímetros quedó la plata, a manos del cubano Pichardo, que consiguió sus 17.68 en su segundo intento. Tercero quedó Will Claye (17.52). En citas mundialistas es la segunda medalla que suma Tamgho después del oro del Mundial en pista cubierta de Doha 2010.

Takacs, Julia: Nacida en Budapest hace 24 años, logró un gran noveno puesto en los 20 kilómetros marcha (1:29:25). La española, subcampeona de Europa sub-23 en 2011, llegaba a Moscú después de haber batido el récord de España de 10.000 marcha en pista en Alcobendas. Takacs, junto a Pascual (6º) y Luaces (18º) aseguran el futuro de la marcha española femenina.

U

Ukhov, Ivan: El saltador de altura ruso, con gran experiencia en pruebas internacionales, no logró esta vez meterse en el podio, pese a conseguir el oro olímpico en Londres. Realizó un concurso impecable, saltándolo todo a la primera, hasta los 2,35, altura que no pudo superar.

V

Veselý, Vítezslav: La final de lanzamiento de jabalina contaba con hombres experimentados como el finés Pitkämäki o el noruego Thorkildsen, ambos con títulos de prestigio. Pero, pese a todo, eran muchos los que señalaban a Veselý como el hombre a batir y principal aspirante al oro. Dicho y hecho. El checo logró su mejor lanzamiento (de 87.17 metros) en la primera tentativa, hecho que convirtió la final en una persecución de los demás participantes por intentar batir una marca que acabaría siendo la mejor. Su principal rival fue Pitkämäki, que en su tercer lanzamiento llegó hasta los 87.07 y que lo intentó hasta el final sin éxito. El bronce parecía destinado al keniano Yego, que registraba 85.40, pero un último lanzamiento magistral de Tarabin le permitió al ruso arrebatarle la medalla a Yego por 77 centímetros.

Vivas, Borja: El lanzador de peso es un buen ejemplo del mal estado del atletismo español. Varias veces campeón de España, Vivas no tuvo ninguna opción de pasar a la final al acabar 12º en la fase de clasificación, con un mejor lanzamiento de 18,97 metros, superando solo al ruso Tsirikhov y al bielorruso Lyzhyn. Como él, otras muchas actuaciones como las de Kevin López y Luis A.Marco, Sergio Sánchez, Bezabeh, Bychkov, Cienfuegos o los discóbolos Mario Pestano y Frank Casañas.

W

Wlodarczyk, Anita: A nivel de marcas, la final del lanzamiento de martillo femenino fue la mejor del Mundial ya que los espectadores pudieron disfrutar de dos de las cinco mejores marcas de la historia de la especialidad. Wlodarczyk se tuvo que conformar con la plata pero a costa de conseguir la quinta mejor marca de todos los tiempos, que a la vez fue récord nacional y que supone el mejor segundo puesto de la historia del martillo femenino. Se fue hasta los 78,46 metros y volvió al podio cuatro años después de su título en Berlín. El oro estaba guardado para la local Tatiana Lysenko, que con 78,80 metros hizo récord nacional, de los campeonatos y segunda mejor marca de la historia. El bronce se lo llevo la china Zhang (75.58), que mantuvo una interesante lucha con su compañera Wang (74.90).

Walcott, Keshorn: El triniteño, de 20 años, dio la gran campanada el año pasado al ganar de un tirón el oro en el Mundial Junior de Barcelona y en los Juegos de Londres. Pero aún es joven y la alta competición es muy dura: en Moscú no pasó ni a la final, terminando 19º.

X

XIV: El Campeonato Mundial de Atletismo celebrado en Moscú este 2013 fue la edición numero XIV, bajo la organización de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) y la Federación Rusa de Atletismo. La sede fue escogida el 27 de marzo de 2007 en una reunión que celebró la IAAF en Mombasa (Kenia), tras descartar las otras dos candidaturas existentes: Brisbane (Australia) y Barcelona (España). Poco antes la Federación Sueca de Atletismo retiró su candidatura, que tenía como sede a Gotemburgo. Ha sido la primera vez que Rusia, y por tanto Moscú, acogía tal evento. El país solo contaba con un precedente parecido: los Juegos Olímpicos de 1980. El escenario ha sido el Estadio Luzhniki, siendo la séptima vez que un estadio olímpico acoge un mundial. Un total de 1.974 atletas formaban parte de la lista de participantes, lo cual supone un récord. El Mundial de Atletismo viajará el 2015, en su próxima edición, hasta Pekín, concretamente hasta el Nido de Pájaro, tal y como ya hizo en los Juegos de 2008, y más adelante hasta Londres, el 2017.

Y

Young, Isiah: El joven atleta viajaba con altas expectativas a Moscú. En los Campeonatos de Estados Unidos quedó en segundo lugar en los 200 metros y aspiraba a luchar por las medallas. Pero, a la hora de la verdad, el estadounidense no pudo clasificarse para la final tras quedar tercero en una semifinal que ganó Bolt (20.36). Young es un reflejo de la derrota de Estados Unidos frente a Jamaica en la velocidad, con solo un finalista estadounidense (Mitchell) en la final por tres jamaicanos (Bolt, Weir y Ashmeade).

Z

Zarina: Aunque desde los medios de comunicación ha habido unanimidad en catalogar a Isinbayeva como la zarina (por su nacionalidad es lo más correcto), la verdad es que podríamos decir que ha habido varias en este Mundial. Si bien es cierto que la rusa ha deslumbrado (una vez más) a todo el planeta con un título más y con una belleza plástica única, no es menos cierto que la eterna sonrisa y, sobre todo, la velocidad de Fraser-Pryce ha cautivado y mucho a los aficionados. O la potencia en sus brazos de la neozelandesa Adams, otra vez campeona. O la resistencia de la pequeña y aparentemente frágil marchadora rusa Lashmanova. O la elegancia de otra ganadora, Perković. O… Eligen ustedes mismos.

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