Del cielo europeo al choque con la realidad olímpica. Ilias Fifa y Adel Mechal, campeón y subcampeón en los 5.000 metros en el Europeo de Ámsterdam de hace un mes; y Antonio Abadía, bronce en 10.000, llegaron a Río y se sorprendieron derrotados y alejados de los 15 mejores de la final en los cinco kilómetros. 22 atletas corrieron más rápido que Fifa, 29 más que Mechal, 43 más que el aragonés, que además compitió enfermo y descolgado del grupo durante toda la serie.

Fifa soñaba, lo dijo en Ámsterdam, con estar entre los ocho mejores de los Juegos. En la serie de Mo Farah, a un ritmo asequible, se mantuvo escondido en el medio del grupo toda la carrera hasta que empezó a ceder posiciones a falta de 600 metros. Con problemas para aguantar a falta de una vuelta, terminó recuperándose, pero los mejores africanos ya volaban. El español de origen marroquí que llegó a España en los bajos de un caminón terminó 9º y no pudo entrar por tiempos (13.30.23)

Peor le fue al subcampeón Mechaal en la segunda serie, más rápida y estirada. Ya en la cola del gran primer grupo a falta de tres vueltas, se quedó sin fuerzas a 500 metros y entró 17º (13.34.42). El aragonés Abadía, con gastroenteritis y siempre fuera de carrera, evitó las últimas posiciones sufriendo al final y llegó 22º (14.33.20).

De muy distinta manera cedió en la primera ronda de los 800 metros Esther Guerrero. Corría la penúltima serie y sabía que acceder a las semifinales pasaba por bajar de dos minutos, barrera nunca saltada, o llegar entre las dos primeras ante siete atletas más rápidas. Se la jugó a todo o nada y lanzó a la cabeza del grupo. Pasó en 1.01.49 los 400 metros para obligarse a acelerar en la segunda vuelta. Solo en los últimos metros, cuando rozaba la clasificación, aparecieron la polaca Joanna Jozwik y la keniana Winny Chebet y la apartaron de Río (2.01.85).

Menos opciones tuvo el lanzador de martillo extremeño Javier Cienfuegos, 27º de 32 en una calificación en la que, con 69,73 metros como mejor intento, se quedó a casi siete de su marca del año (76,37m). Con solo 72m cedió también el gran favorito, el polaco Pawel Fajdek, ganador de los dos últimos mundiales y sin posibilidad de luchar las medallas olímpicas.

En el decatlón, en cambio, no falla el favorito Ashton Eaton, líder tras tres pruebas. El español Pau Tonnesen abrió la mañana con 11,32s en sus 100 metros mejores del año, 7,33m en longitud (a 21 centímetros de su mejor prestación) y 13,69m en peso (lejos de sus 15,17m) y camina 24º con 2.393 puntos tras dos pruebas.

Cambio generacional en los obstáculos

La mañana en Río se cerró con la final de los 3.000m obstáculos, donde se representó sobre la pista el cambio generacional del atletismo keniata. Ezekiel Kemboi, de 34 años, dos veces campeón olímpico y cuatro mundial desde 2004, no pudo esta vez bailar para celebrar su victoria en el tartán, porque cedió en los últimos 300 metros su corona a la juventud. No pudo aguantar el ritmo de récord olímpico (8.03.28) del joven Conseslus Kipruto, de 22 años, el nuevo rey. Ya consciente de su derrota, Kemboi (8.04.28) claudicó incluso en la última recta ante el empuje del estadounidense blanco Evan Jager (8.04.28), que encontró su premio de plata a todo un ciclo olímpico plantando cara al imperio keniata en la prueba.