Ruth Beitia está de dulce y el 2016 va a ser un año que la saltadora española nunca olvidará tras su heroica hazaña en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde consiguió colgarse la medalla de oro con un salto de 1,97 metros. Un broche magnífico para una trayectoria de cine. Sin embargo, si hay una característica que define a la cántabra es que no se conforma con nada. 

Un salto de 1,97m le bastó para llevarse el segundo diamante

A sus 37 años Ruth Beitia ha logrado imponerse en la Diamond League. Lo ha hecho a lo grande, imponiéndose en la cita de Zúrich. Con una gran marca de 1,96 metros dejó atrás a todas sus rivales. Y de la misma forma que demostró un apetito insaciable, no se conformó con vencer, ya que solamente le bastaba con terminar entre las cinco mejores para llevarse el segundo diamante consecutivo. Pero no quiso conformarse solo con el triunfo final, logró sobreponerse a todas sus competidoras con un concurso limpio, el tercero consecutivo que realiza la saltadora. La sueca Sofie Skoog y la estadounidense Inika McPherson, con 1,93m., acompañaron en el podio a la vigente campeona Olímpica.

La cántabra saltó las marcas de 1,86m., 1,90m., 1,93m. y 1,96m. Esta última solamente la consiguió alcanzar ella, por lo que con la victoria en el bolsillo y compitiendo ella sola, se dispuso a saltar su propio récord de España con 2,02 metros.

Un año inmaculado

A la victoria en Zúrich hay que sumar las conseguidas en Oslo, Estocolmo, París y Londres. Con cinco victorias este año, Beitia lleva un total de 61 puntos, a expensas de disputar la última prueba de la Diamond League el próximo día nueve de septiembre en Bruselas, donde puede agrandar todavía más su legado.

Todo esto le sirve a Ruth Beitia para redondear un año 2016 de verdadero ensueño. Al triunfo logrado este jueves en Zúrich se le tiene que sumar lo conseguido en el transcurso de la temporada. Lo ha ganado prácticamente todo: el Campeonato de Europa en Amsterdam, el Campeonato de España en Gijón y el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.